Wednesday, December 12, 2007

Dudas, espiritualidad, nihilismo (Nick Cave de fondo)

Me quedan apenas veinte páginas para terminar el libro "Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica", de Pepe Rodríguez, quien se despacha a gusto contra los dogmas y la estructura eclesiástica de la Iglesia de Roma. Sin poder evitar transmitir (sin ni siquiera intentarlo, should you ask me) cierto cinismo amargo por las vergonzantes manipulaciones de las fuentes originales y las escandalosas actitudes de muchos padres fundadores, más interesados en el lujo terrenal que en la salvación de los fieles, Rodríguez desmonta uno a uno los principios "incontestables" de la religión católica. Este libro y una intensa charla de amigos una noche en un café me han llevado, como me sucede cada cinco o seis años, a una crisis espiritual a pequeña escala. Aquella noche, M me describió como una católica desencantada con el rito y que había sustituido la religión organizada por creencias "difusas" (el famoso karma del que seguro me habéis oído hablar). Opinaba M que las creencias religiosas conforman la visión de la realidad de los fieles; en las sociedades cristianas, por ejemplo, rige una concepción lineal del tiempo porque la Biblia delimita un punto de origen (la Creación) y un colapso (la Parusía o Segunda Venida de Jesucristo) que marcaría el "fin de los tiempos" (aunque no me parece esta la más correcta de las expresiones, dado que según la teología escatológica, tras el Juicio Final se producirá una Restauración y "todo lo viejo será hecho nuevo"-Apocalipsis 21:5-, con las connotaciones cíclicas que el término "restauración" conlleva). Esta dependencia entre cristianismo y concepción de la realidad, argumentaba M, se aplica a muchos otros niveles, de modo que, aunque renunciásemos a la Iglesia mediante la apostasía, por nuestra filiación cultural nunca dejaríamos de ser católicos ( y yo que tenía "Apostatar (y nunca mirar atrás)" en mi lista de tareas pendientes desde los veinte años... Lástima).
Me parezca bien o no, podría resumir, la formación católica ha determinado de modo inexorable mi percepción de la realidad (y la vuestra si os han educado en las enseñanzas de Jesús, versión Iglesia de Roma). Me pregunto si a los jerarcas les consolaría este triunfo si supieran que rechazo su concepción de la divinidad (y la existencia de una divinidad como tal, truth be told), sus dogmas, su proselitismo trasnochado, sus anacronismos, el papel que reservan a la mujer entre sus filas y otros tantos etc. Mi perfil se aleja mucho, pues, del de creyente modélica (como si me importase), y si están dispuestos a excomulgarme por ello, me ahorrarían meses de papeleo (gracias de antemano, por si acaso).
Desde finales del siglo XIX, además, la percepción de la realidad promovida desde el Vaticano (y por extensión, el cristianismo) ha tenido que ceder terreno a las evidencias difundidas por los círculos científicos; en función de la tolerancia de los altos jerarcas de cada diócesis o (término equivalente entre los protestantes), las relaciones varían desde la templada aceptación (siempre que de algún modo afiancen las enseñanzas católicas -"¿qué es el Genésis sino una metáfora del origen de la vida?"- o no interfieran en cuestiones no negociables, léase investigación con células madre) a la persecución al más puro estilo inquisitorial. La ciencia ha socavado la posición de autoridad incontestable de la que había gozado la Iglesia durante casi dos milenios, hasta el punto de arrebatarle a millones de fieles: quienes antes profesaban una fe ciega en el dios católico ahora defenderían con su vida cada palabra contenida en la revista Nature (todos los quinceañeros pasan por una etapa arrogante -insoportable- como esta). La percepción de la realidad católica discurre, en resumen, en paralelo a la visión científica de la misma: hay quienes se complacen en forzar encuentros, mientras que otros celebran los desencuentros.
Siguiendo la línea de razonamiento propuesta por M, los científicos formados en la religión católica (cristiana) no pueden evitar que sus resultados sirvan, en la medida de lo posible, para corroborar los principios básicos en que han sido educados (así, el Big Bang, el Big Crash y lo que sea que venga después serían trasuntos de la Creación, la Parusía y la posterior restauración... ¿Lo pensaría quien postuló la teoría, el sacerdote católico Georges Lemaître? ¿Estaría en esencia en las conjeturas sobre la relatividad del judío Albert Einstein, que sirvieron de punto de partida a las investigaciones de Lemaître?). La ciencia sometida al férreo control de la Iglesia la favorece: los problemas surgen cuando los científicos van por libre (¿sabría el joven Darwin la que armaría con sus publicaciones cuando embarcó con 22 años en el HMS Beagle dispuesto a recorrer mundo? ¿Por qué el cristianismo prefiere a)no mojarse b)hurgar en cada resquicio para arañar algo del prestigio de la teoría -me refiero a los defensores del diseño inteligente, o c) convertirla en anatema? ).
Conclusiones sobre mí misma hasta ahora: la religión determina la visión del mundo de las personas (visión necesariamente acomodaticia, laxa, o sería imposible el diálogo interconfesional): en ese sentido, sí sería católica; pero, dado que no creo en dios (otra cuestión es la necesidad de espiritualidad, a la que me referiré en la próxima entrada), ¿no traiciono el pilar mismo sobre el que descansa todo el entramado del catolicismo? ¿No estoy negando el sentido mismo a la religión, que pretende acercar a los fieles el conocimiento de la divinidad? ¿Deberíamos establecer una distinción entre el catolicismo como sistema de organización social y la religión católica?
Mañana (o cuando sea) más.

Tuesday, December 11, 2007

Pero si me dan a elegir de entre todas las vidas, yo escojo...

Podría despotricar durante veinte líneas sobre la propuesta de un grupo afín al Partido Popular que, ante los malos resultados de los estudiantes españoles reflejados en el informe PRISA, aboga por eliminar la obligatoriedad de la enseñanza secundaria en el caso de los inmigrantes, que accederían de forma directa a módulos de formación profesional ("¡Mostrémosles cuál es su lugar y cuando se rebelen, de vuelta a su país!"... Mis dotes proféticas empiezan a asustarme). Podría lamentarme del modo en que las administraciones socialistas y populares han lidiado con la eduación en estas dos últimas décadas: los primeros, proponiendo una inmediata reforma radical y a gran escala cuya implantación debería haberse planteado a años vista, dando un margen razonable a los profesores para adaptarse a los nuevos contenidos y metodología; Aznar y sus sucesivos ministros de educación optando por favorecer la educación privada y concertada en el momento en que el sistema público necesitaba una importantísima inyección de fondos para consolidar la reforma; este gobierno limitándose a tímidos remiendos y mirando con disimulo hacia otro lado... Podría.
Os voy a confesar, sin embargo, para que no penséis que el título lo he escrito en mero arranque de nostalgia sabinista, que entre las vidas que como mujer hubiera podido vivir, me llama la de monja aspirante a abadesa a principios del siglo XVI.
De la Taxa Camarae del papa León X (1513- 1521) (las bulas que despertaron las iras de Lutero),
Artículo Cuarto. La religiosa que quisiera alcanzar la dignidad de abadesa después de haberse entregado a varios hombres simultánea o sucesivamente, ya dentro, ya fuera de su convento, pagará 131 libras, 15 sueldos.

Wednesday, December 05, 2007

La vida secreta de las gallinas

Una mesa, unas sillas. Sobre la mesa, dos tazas de las que cuelga el hilo con la etiqueta de una infusión, un vaso de agua, bolígrafos y lápices, hojas sueltas. Dos chicas y un chico con la vista fija en sus respectivas hojas. Una golpea la hoja con el lápiz, la otra apoya la cabeza sobre la mano, el codo lánguido sobre la mesa. El chico dibuja. Suena de repente el tono chillón de un móvil.

A. Se acabó el tiempo. Bien, palabras con "h". ¿Muertos célebres con "h"?
B. Paso.
C. Ni idea.
A. Hemingway, Ernest.
C. Y Humphrey Bogart, qué mal. Tres minutos y se me ocurre ahora.
A. ¿Flores?
B. Hortensia.
A. Lo mismo.
C. Ah... ¿Heliotropo? No estoy segura de que sea una flor. ¿Os suena?
(A y B intercambian miradas)
A. ¿Podría ser "girasol"? Por lo de "helio", sol, y "tropos", lugar...
C. Podría, podría. No recuerdo dónde lo vi, o leí.
(B ha retomado mientras tanto su actividad, ajeno a la conversación de A y C. C se inclina para echar un vistazo a la hoja).
C. Me gusta este.
B. ¿Cuál?
C. El de la gallina.
B. Mm... ¿Gallina?
C. ¿Esto no son plumas?
B. De acuerdo, es una gallina (añadiendo pequeños detalles a su dibujo, con una precisión rayana en la ternura). Yo diría que la están sodomizando.
(Para la comprensión de esta breve pieza, ruego a los lectores que visiten el blog de Shady Blond Guy, cuyo link aparece a la derecha de sus pantallas bajo el epígrafe "The Circle", para echar un rápido vistazo al dibujo de B. ; si a un director muy desesperado se le ocurriese llevar a escena "La vida secreta de las gallinas", tal vez podría proyectar la imagen unos quince segundos en una pantalla en blanco situada detrás de los actores).
C. ¿Sodomizando! (La actriz pronuncia a la leonesa; comienza con una tímida interrogación para remarcar con claridad la escandalizada exclamación final)
B. (Mirándola extrañado). Sí, sodomizando. ¿Ves? Ahí tienes las cadenas, el collar...
(Los ojos de C. , como platos, se posan alternativamente en el dibujo y la cara de B. Abre la boca, extiende las manos como si fuese a formular una pregunta. Entonces suena su móvil, mantiene una breve conversación).
C. Era R. Lleva cinco minutos esperándome frente al Slálom.
A. ¿Te vas, entonces?
C. (Recogiendo su abrigo). Corriendo.
B. ¿Qué hora es?
A. Las nueve y veinte.
B. ¿Ya? (Se levanta, se estira). Creo que me voy también.
A. (Recogiendo las tazas) ¿Qué vais a hacer con los dibujos? ¿Los tiro?
B. No, no. Me llevo el mío de la gallina sodomizada.
(A y C intercambian miradas).
A. ¿La gallina qué?
B. (Con toda la naturalidad del mundo e inocencia en cada uno de sus gestos) Sodomizada.
(A observa con atención el dibujo de B. Nuevo intercambio de miradas entre las chicas).
C. B., ¿tú sabes lo que es la sodomía?
B. Sí, por supuesto. Esa práctica sexual en que uno se deja dominar por el otro, ya sabéis, látigos, cuero negro... De ahí las cadenas de la gallina.
(A se sienta. C se quita el abrigo)
C. Verás, tenemos algo que explicarte.
A. Sí, no vaya a ser que te dé por experimentar un día y pidas que te sodomicen.
C. Cierto.
A. Verás, en la Biblia se menciona la ciudad de Sodoma, en que...
(Sube el volumen de una pieza de música clásica, animada, casi juguetona. A y C gesticulan, B se sienta a escucharlas. Cae el telón).

Friday, November 30, 2007

Para no romper el ritmo...

Y dado que estoy, con franqueza, harta de política, de mis paranoias, de mis frustraciones, de mis decepciones, de sentir que no estoy a la altura, de mis dudas, de lo que se me viene encima y de no saber qué será de mí en año y medio, para continuar con la línea de los chicos de The Ring (mis chicos)- cuyos blogs, a un click de ratón de distancia, os recomiendo- , y en lugar de oscurecer este sol del último día de noviembre con el relato de mis penurias, me limitaré a traducir Bohemian Rhapsody.
Hmm... Bohemian Rhapsody no se deja traducir con la facilidad que me esperaba (lo dejo para otro momento). Como premio de consolación, la menos conocida pero mucho más sugerente Body Language (los jadeos que se marca Freddy os los tendréis que imaginar, me temo).

DAME TU CUERPO
DAME TU CUERPO
CUERPO
DAME TU CUERPO
NO HABLES NO HABLES NO HABLES NO HABLES
NENA NO HABLES
LENGUAJE CORPORAL
LENGUAJE CORPORAL
LENGUAJE CORPORAL
DAME TU CUERPO SOLO DAME, SÍ, TU CUERPO
DAME, SÍ, TU CUERPO
NO HABLES
LENGUAJE CORPORAL HUH HUH
LENGUAJE CORPORAL LENGUAJE CORPORAL
TIENES LABIOS ROJOS
SERPIENTES EN TUS OJOS
LARGAS PIERNAS ESTUPENDOS MUSLOS
TIENES EL MAS LINDO TRASERO QUE NUNCA HE VISTO
DERRÍBAME PARA UN SEIS EN CUALQUIER MOMENTO
MÍRAME, YO TENGO UN CASO DE LENGUAJE CORPORAL (x4)
DE LENGUAJE CORPORAL DE LENGUAJE CORPORAL
SÍ CUERPO SEXY CUERPO SEXY SEXY
QUIERO TU CUERPO NENA ERES ARDIENTE
LENGUAJE CORPORAL [...]

Uf. Siento lo de las mayúsculas, he cortado y pegado una traducción (llamadme perezosa y lapidadme, pero el que esté libre de pecado, etc). Observaciones:

  • "Tengo un caso de lenguaje corporal", literalmente "I've got a case of body language". En español se prefiere reservar el término "caso" (Med.) para contextos más formales, aunque caben dos posibilidades: yo escogería "Tu lenguaje corporal me pone malo", con las variantes "Tu lenguaje corporal me pone", a secas, (aunque se aleja muchísimo del original), o "Tu lenguaje corporal me pone malito" (donde se lee "malito" entiéndase "cachondón"). La segunda opción pasaría por conservar la traducción literal, aunque esto llevaría a tener que explicar con aire gafapastil: "En realidad el término "caso"...".
  • "Derríbame para un seis en cualquier momento". "Knock me down for a six any time". To knock someone down: To have intercourse (sexo) with him, her, without feelings (Urban Dictionary). Six: In military terms, six refers to either the commanding officer in a particular group, since the commander is usually "in the rear" (detrás) or at the 6-o'clock position compared to the other members of the group. Or it can mean behind you (detrás de ti) (your 6-o'clock) (Urban Dictionary). ¿Seré yo que tengo la mente sucia y veo una invitación a "the love that dare not speak its name" cuando Freddy se ofrece a actividades mucho más inocentes, como, no sé, tomar seis tazas de té tirados en el sofá?(Con todo, ¿derríbame para un seis en cualquier momento?).
  • Visto lo visto, y dado que Freddy nunca ocultó su homosexualidad, ¿a qué viene ese afán por traducir "baby" por nena? Me refiero a esa descripción que da de su "baby": "you've got red lips/snakes in your eyes/long legs, great tighs/you've got the cutest ass that I've ever seen" (carraspeo). Me encanta la ambigüedad del inglés en estos casos, aunque, ¿cómo traducir "baby"? ¿Por el tralladísimo "cariño"? ¿Cielo, amor, tesoro?

Wednesday, November 14, 2007

¿Qué salida tienen las carreras de letras? (Anuncio encontrado frente a la Facultad de FyL)

"Se busca compañera para piso de relax. Alojamiento gratis. Altos ingresos. Interesadas llamar al XXX XXX XXX"

Thursday, November 08, 2007

Redescubriendo viejas glorias

Mientras batía ayer noche los huevos para una tortilla francesa (¿el secreto? Batirlos a conciencia y tener una sartén lo más antiadherente posible), encendí la televisión, puse la Sexta... Y tuve un déjà vu semejante al del amigo Proust cuando mojó la magdalena en tila y el olor inundó sus fosas nasales retrotrayéndolo a la infancia. Wyoming, alzando los brazos y fingiendo horror ante la desfachatez de una subordinada en la parodia perfecta de un biempensante de pro, me devolvía a los domingos en que me atrincheraba en el sofá dispuesta a defender el mando con mi vida para disfrutar la hora larga del Caiga quien Caiga original. Los chicos de negro habían sido sustituidos por mujeres sobrias e inteligentes, pero el ritmo del programa me resultaba familiar. Wyoming y su colaboradora comentaban, tras esta larga introducción por la que me disculpo, la salida del historiador César Vidal en cierta cadena radiofónica cuyo nombre no pronunciaré porque, de hacerlo más de siete veces en este blog, todos los monstruos del Necronomicón abandonarán su cárcel de papel y acabarán con la raza humana (respetarán tu vida y la de Jiménez Losantos, lo que implica que pasarás el resto de tu existencia vagando por las ruinas de nuestra civilización en compañía de este personaje). El ínclito Vidal, con cuyas Biografías siempre tropiezo en la Muy Interesante (Isabel la Católica, una reina sin tacha, madre del Estado Español; Hernán Cortés, un brillante estratega que contribuyó a difundir la fe católica entre los antiguos mexicanos... And so on and so forth), se despachaba a gusto contra la ILGA ("International Gay and Lesbian Association") a propósito de uno de los carteles con que esta organización anunciaba su festival de cine en que aparecía el rostro de un niño con un termómetro en la boca (yo he visto el cartel y me parece de lo más inocente, el tipo de fotografía que podrías encontrarte en la planta de pediatría de un hospital). No le tembló la voz al señor Vidal al afirmar que el Consejo de la ONU había rechazado la solicitud de pertenencia de ILGA porque dicha organización cobijaba grupúsculos que abogaban por la legalización de la pedofilia, aberración que, en sus palabras, se insinuaba en la imagen que ilustraba el cartel.
ILGA-Europa tiene estatus consultivo en el ECOSOC (Consejo Consultivo Económico y Social) de la ONU desde 2006, señor Vidal, como se encargó de recordarle la compañera de Wyoming, aunque países como Egipto y Sudán, con la inestimable ayuda de (¡sorpresa!) los Estados Unidos, lideraron una campaña de desprestigio y radical oposición a la entrada de grupos de defensa de los derechos de personas homosexuales, bisexuales y transexuales.
Sigamos la senda que nos marcan el señor Vidal y sus colegas: convirtamos España en una sociedad en que solo tengan cabida los heterosexuales católicos que puedan demostrar que sus ancestros en tercer grado ya habitaban esta península nuestra, que formen una familia en que el hombre se encargue de proveer y la mujer de criar a los hijos...¡Como Dios manda! ¡Que vuelvan los casinos y esa institución tan añorada por algunos de "las queridas"! ¡Enseñemos a los inmigrantes cuál es su lugar, y cuando no podamos seguir explotándolos vilmente, mandémoslos de vuelta a su país! ¡Convirtamos el día del orgullo gay en el día del orgullo "mashote" y tuneemos sus carrozas mariquitas! (visualizadme con los brazos en alto y las cejas puntiagudas de Wyoming).
Ay...

Tuesday, October 30, 2007

Por qué tiene sentido declararse feminista todavía

Anuncio de la línea "Todos Jugamos", Compañía de juegos electrónicos Ubisoft, para la campaña de Navidades 2007: la marca, "Imagina Ser"; el target, niñas de entre ocho y catorce años.
En una sala, varias niñas juegan con cachorros hasta que aparece otra vestida con bata blanca que les recuerda que no deben jugar con sus pacientes. La voz en off, femenina y jovencísima, anima a las chicas a comprarse los juegos "Imagina Ser", que les permitirán jugar a ser veterinaria, diseñadora de moda, cocinera... O mamá (los sujetos de la página web que he consultado juran y perjuran que las "profesiones" fueron escogidas mediante "exhaustivos estudios").
Cada vez que lo veo, y mientras reprimo las náuseas, me pregunto cuántos padres y madres regalarían a sus hijos varones un videojuego titulado "Imagina Ser Papá"; la última vez que lo emitieron traté de imaginar la reacción de un padre del tipo "No tengo nada en contra de los homosexuales... Pero es una enfermedad que debería ser erradicada" en el caso de que su niño de siete años se le abrazase a la pierna para suplicarle con sus enormes ojos marrones que por favor, por faaaavoooor, le regale para Reyes el videojuego "Imagina Ser Mamá".

Monday, October 29, 2007

Casandra

Me la imagino vestida de blanco, pálida y con ojeras de mil noches de insomnio, refugiada en el templo de Atenea mientras la luz dorada de la aurora arranca un brillo vítreo de los ojos muertos de sus compatriotas, meros cuerpos diseminados por la ciudad que acaba de caer. De los personajes femeninos de la Ilíada
(Casandra escucha ahora un ruido continuo y desagradable; tus músculos, o los míos, se habrían puesto en tensión y nuestra mente habría tratado de descubrir la fuente de dicho ruido: ella sabe que lo produce la espada de Áyax al rozar los muros fríos de piedra del templo de la diosa, del mismo modo que sabe, sin lugar a dudas, que él la encontrará y la convertirá en su prisionera),
Helena, la reina de la pasividad, siempre me resultó menos atractiva que Casandra, quien por atreverse a engañar a Apolo se había hecho merecedora de un castigo que sólo podría haber salido de la retorcida imaginación de un dios griego: nadie escucharía sus vaticinios siempre acertados.

Wednesday, October 24, 2007

Cosas que no has conseguido terminar nunca (¡Y eso te frustra!)

El cubo de Rubik.
Amor, curiosidad, Prozac y dudas, de Lucía Etxebarría (en este caso porque lo aborrecí desde lo más hondo desde la página cinco... No me supone un trauma).
Las dos horas de El Silencio de los Corderos (me duermo, no falla).
Las labores de punto o bordado (en el cole me las terminaba mi madre).
Cualquier puzzle de más de quinientas piezas.

Querido Santi:

Confío en que te tomes un descanso para leer esta carta ahora que gracias al libro del ex-presidente Aznar - y subrayemos lo de Ex, Santi, porque con los años te darás cuenta de que a determinadas personas les cuesta renunciar a lo que creen que les corresponde por derecho- te han sido concedidos tus quince minutos de fama.
Santi, voy a revelarte una verdad que sacudirá las raíces de tu identidad en el caso de que hayas dado por buena la tesis del señor Aznar según la cual la construcción de tu visión del mundo la determinan tus orígenes (curioso, si me permites la observación, que tus ideas sobre la realidad dependan de una cuestión tan accidental como el lugar en que naces). El concepto de nación no existe más que en la mente de quienes necesitan de dicho concepto para sentir que pertenecen a una comunidad. Pero, me rebatirás indignado, existe una red de estructuras y servicios, una lengua y un espacio geográfico comunes... ¡Una historia milenaria, por Dios! (historia, Santi, que el señor Aznar siempre ha planteado en términos reduccionistas como una continua oposición entre el bien y el mal). Benedict Anderson, siguiendo con lo mío, denomina a esta ficción "comunidad imaginada", porque si no existe una interacción directa ni cotidiana, expone, la única relación entre los miembros de una nación es el vínculo mental que establecen en su imaginación. El mismo Aznar lo reconoce de modo implícito al concluir que España es una "realidad sentimental". No te confundas, no abogo por la anarquía y el fin del Estado; únicamente te pido que recuerdes que ciertas concepciones de la "nación" no existen más allá de la pasión enfervorizada de sus defensores; y que antes que ciudadanos de nuestra ciudad y de nuestro país, somos ciudadanos del mundo (Sócrates, como ves, se planteaba estas cuestiones mucho antes de la invención de España).
Ahora quiero que exponer mi opinión respecto a aspectos puntuales de la obrita que el señor Aznar dedica a tu desarrollo como español de pro. En ella afirma que la izquierda está en crisis, que carece de referentes intelectuales, y que se alinea con el islamofascismo. Bien, Santi: si el referente intelectual que te ofrecen los democristianos ultraconservadores es el señor Aznar, capaz de utilizar sin empacho un neologismo mediante el que vincula el grueso de una religión con el movimiento político fascista (¿te imaginas cómo reaccionarían sus filas si tú te atrevieses a emplear la palabra "cristianofascismo"?), y que se precia de su amistad con George W. Bush (quien a la pregunta "¿Por qué invadir Irak?" respondió "Bueno, ellos quisieron matar a mi papá"), tal vez deberías replantearte tus opciones.
El pensamiento único anula el diálogo, proclama el ex-presidente desde sus recién publicadas páginas; lo políticamente correcto impide la libre expresión. Esto me lleva a preguntarme qué entiende el señor Aznar por políticamente correcto, y cómo conjuga su desprecio por ideologías, creencias y opciones que no coinciden con las suyas con la defensa del diálogo. Supongo que funciona así:
Nosotros. Esta es nuestra opinión y por tanto, lo correcto.
Los/otros. Bien, lo respeto, pero nosotros pensamos que...
Nosotros. No, no, no nos habéis entendido. Esta es nuestra opinión y, por tanto, lo correcto.
Los/otros. Bien, de acuerdo, nada que objetar. Pero, ¿no se os ha ocurrido que...?
Nosotros. Esta. Es. Nuestra. Opinión. Y. Por tanto. Lo Correcto.
(Luego los victimistas saldremos con que Aznar, los ultra democristianos y los neocons ignoran el concepto de diálogo y bla bla bla).
En fin, Santi: ten cuidado con aquello en lo que pretendan convertirte (desde las derechas o desde las izquierdas) y piensa siempre por ti mismo.
Atte.,
Una indecente.

Wednesday, October 17, 2007

What the f***??

El genetista James Watson afirma que los blancos son más inteligentes que los negros
El codescubridor de la estructura del ADN asegura que eso explica la ineficacia de las políticas occidentales hacia África

El hecho de que llegáramos los europeos y nos repartiésemos la tierra y a sus habitantes sin tener en cuenta fronteras lingüísticas, étnicas y religiosas, por no hablar de la política de intervencionismo subrepticio en sus gobiernos (¿por qué permitir que elijan democráticamente a sus líderes si podemos colocar a un dictador sanguinario y medio loco que, eso sí, nos deje seguir explotando sus recursos naturales a cambio de unos cuantos Mercedes?), meras minucias al lado de la evidencia científica. Shame on you, Dr. Watson, shame on you!

253
hastaloseggs - 17-10-2007 - 13:16:28h
Voy a reiterar lo que ya de por si es bastante obvio, por si hay gente que no se quiere enterar, y lo digo sin racismo ni sexismo en mis palabras: la inmensa mayoria del progreso cientifico y tecnico de la humanidad desde el inicio de los tiempos ha sido realizado por personas "de genero masculino" y color de piel "no tan oscura como en el africa subsahariana"(europeos, chinos, egipcios, aztecas, arabes,...). Ahora vienen los grupos victimistas poniendo excusas: Que si los negros fueron oprimidos por los blancos, que si a las mujeres las educaban para cuidar a los hijos en casa, bla bla bla ...

Caray, nunca un estúpido me había tachado de victimista.

Tuesday, October 02, 2007

El trauma

(Una mesa y unas sillas. Tal vez un sillón y unas láminas que reproduzcan anuncios publicitarios de comienzos de siglo. Se ha de recrear el ambiente de una cafetería. Entran tres chicas, dejan las chaquetas en el respaldo, se sientan. Conversan animadamente. Un camarero o camarera entrará para tomarles el pedido. Sale el camarero).
A1. Empiezo el lunes con los entrenamientos de fútbol sala de los más pequeños.
A2. ¿No habías terminado con las prácticas en el instituto?
A1. Sí, terminé en junio. Los entrenamientos me los ha ofrecido un conocido que trabaja en el ayuntamiento.
A3. (Juega con un sobre de azúcar que los clientes anteriores no han llegado a utilizar). ¿Y? (Media sonrisa de quien no sabe qué reacción va a encontrarse) ¿Qué tal la experiencia docente?
A1. No puedo quejarme, la verdad. Los chicos se lo tomaban bastante en serio. Incluso las niñas más pijinas, ya sabes, chándal de marca y maquillaje, realizaban las pruebas físicas sin rechistar.
A2. Es increíble lo de algunas niñas. Con doce años se maquillan tanto que parece que tengan dieciocho. Se pintan la raya del ojo hasta la sien.
A1. Ah, mira, a mí eso... Mientras se sepan maquillar, quiero decir.
A2. Yo no empecé a maquillarme hasta... Deja que piense... ¿Diecisiete, dieciocho?
A3. Ya. Supongo que los institutos en que nosotras vamos a dar clase no tienen nada que ver con los institutos en los que estudiamos.
A2. No, nosotras con catorce o quince años éramos niñas, niñas.
(A1 se estira en la silla y cruza los brazos. Sonríe con malicia).
A1. Una alumna mía, de primero de bachillerato, se sacó una foto desnuda y se la envió a su novio a la oficina.
(A2 y A3 apoyan los codos sobre la mesa. El camarero llega con tres cafés. Mientras los sirve, A2 y A3 niegan con la cabeza, incrédulas. Sale el camarero).
A1. Que experimenten, ya ves, lo más normal del mundo. Pero el cabrón del novio sacó copias de la foto y las repartió entre sus compañeros.
A3. (Se quema con el café. Gesticula para llamar la atención de A1 y A2. Tras unos segundos, recupera la voz) Espera. Estamos hablando de una chica de dieciséis años. ¿No es ilegal?
A1. Ilegal o no, la cuestión es que las fotos no tardaron en llegar al instituto.
A2. (Consternada) Anda ya...
A1. Como te lo digo.
(A2 y A3 guardan silencio. Cada una da un par de sorbos a su café)
A2. Madre mía, pobrecita.
A3. Supongo que estará yendo al psicólogo.
A2. Y espero que la cambien de instituto.
A1. ¿Por qué?
A2. ¿Cómo que "por qué"? La habrán puesto de guarra para arriba.
A3. En el instituto, ya ves, cuando nos mostramos más insensibles, más crueles, a pesar de que las emociones están a flor de piel... Pobre chica.
A1. (Haciendo crujir los dedos) Sus compañeros la reconocían por el pasillo y la aplaudían. Ella, vestida esta vez, claro, posaba sonriente para sus fotos. Cuando le pregunté, me comentó que habían sido las dos mejores semanas de su vida.
(A2 y A3 se quedan unos segundos con las tazas en la mano, incapaces de llevárselas a los labios o de dejarlas sobre el plato. El ruido de fondo de la cafetería gana protagonismo gradualmente. Las chicas no pueden reprimir una triple sonrisa cómplice).

Tuesday, September 25, 2007

De una vieja fotocopia pegada en una pared de mi despacho

It took me so long to understand that there is good soil inside me.
Now it rains, and I let myself soak under the showers.
The next morning it feels as if I had seeds under my skin, bursting open, whether it is summer or winter.

Me costó tanto entender que hay buena tierra en mí.
Ahora llueve, y me empapo bajo la lluvia.
La mañana siguiente me siento como si tuviera semillas bajo la piel, germinando, tanto en verano como en invierno.

Friday, August 31, 2007

Urban myths/Leyendas urbanas

Una mina para los antropólogos culturales. Os recomiendo la página http://www.snopes.com/, en la que podéis comprobar cómo las leyendas urbanas (traducción que no termina de convencerme, ¿alguna alternativa? ¿Alguien?) no respetan lenguas ni fronteras, transformándose con los siglos para abrazar con naturalidad la tecnología imperante en el momento en que resurgen. Donde se leía "muchacha perdida", ahora aparece "autoestopista"; si antes buscaba un asiento en la diligencia, en las carreteras actuales su aspecto desamparado despierta la simpatía de un conductor solitario. Contadme una (porque aún no la habéis olvidado, porque os hizo reír, porque es la última que habéis oído, por lo que sea). Yo he escogido esta porque la persona de cuyos labios la escuché me juró que le había ocurrido a una conocida suya, y porque, dado que la inmensa mayoría de la población desconocemos los hábitos y costumbres de su protagonista, tiene un aura inquietante de veracidad.

Consulta del veterinario, blanca y fría. Pósters de perros y gatos donados por compañías farmacéuticas. En el ambiente se mezclan los olores que el desinfectante trata de eliminar y el olor del desinfectante mismo. La chica saca la serpiente de la bolsa de deporte. Mide, calcula a ojo el veterinario, un metro veinte y parece encontrarse en perfecto estado. Sonríe con simpatía ante el gesto de preocupación de la chica.
- ¿Qué le pasa?
- La verdad, no lo sé. Hasta hace un par de semanas era muy sociable. En cuanto llegaba a casa y la sacaba del terrario, se me enroscaba. Comía ratones.
- ¿Y?
- Dejó de comer hace unos quince días. Cuando la saco del terrario, se desliza por el salón hasta el sofá, donde me echo a ver la televisión. Entonces se pone a mi lado y se estira cuan larga es. ¿Cree...? ¿Cree que puede tener, no sé, parásitos intestinales?
Algo ha cambiado en la sonrisa del veterinario. Un matiz que a la chica no se le ha escapado y que le resulta desagradable.
- Te está midiendo.
El veterinario reprime un suspiro ante el gesto de incomprensión de la dueña, que acaricia distraídamente a su mascota.
- Te está midiendo. Por eso ha dejado de comer. En cuanto crezca más que tú...
El veterinario, entre divertido e impaciente, se frota la barriga. Los dedos de la chica se crispan sobre la piel fría de la serpiente.

Tuesday, August 28, 2007

Psicoanálisis de juguete

Se lamentaba la escritora Maruja Torres en uno de sus artículos de opinión de la infantilización de las sociedades del primer mundo. Mujeres de cuarenta años que se compran ropa interior decorada con personajes de dibujos animados, jóvenes que prefieren quedarse en casa de sus padres en lugar de independizarse (se refería a los que toman la decisión de quedarse, aunque podrían permitirse pagar una hipoteca, y no a la inmensa mayoría que vive con papá y mamá porque no gana lo suficiente para plantearse siquiera el alquiler de una habitación en un piso compartido), adultos que pasan sus horas de ocio jugando a la PlayStation o leyendo la saga de Harry Potter, y treintañeros que no dudan en gastar el ochenta por ciento de su sueldo en figuras de colección de la Guerra de las Galaxias, o en una copia a tamaño real de Dardo, o en la colección completa de su manga favorito (me incluyo, por supuesto que me incluyo, y espero no herir sensibilidades). El egocentrismo, el consumismo vomitivo, el "Lo quiero, y lo quiero ahora"... ¿A qué viene esta prolongación indefinida de los aspectos cómodos de la adolescencia? ¿De qué intentamos protegernos con esa actitud indolente? Delegamos, huimos de nuestras responsabilidades, preferimos ser turistas a ser viajeros, y cuando Bush Jr. se encoge de hombros ante otra masacre en Irak, o Rusia insinúa su potestad sobre el polo Norte (bajo cuyo hielo se sospecha que pueden encontrarse jugosos yacimientos petrolíferos), o un diputado de ultraderecha en Francia advierte contra la amenaza islámica, nuestros políticos y los medios de comunicación nos ponen el brazo sobre los hombros y con una sonrisa maternal nos piden que confiemos en que todo se arreglará. Eso nos basta para conciliar el sueño, un sueño blanco sin preocupaciones ni remordimientos. Hasta que soñemos con el monstruo.
"Cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía allí" (Augusto Monterroso)

Sunday, August 19, 2007

Que levante la mano quien prefiera un libro

Primer café del domingo. Bostezos. El periódico sobre la mesa de la cocina, la radio (como siempre) encendida. Paso las páginas sin detenerme, ya que ninguna noticia logra captar mi atención (lo cual, si tenemos en cuenta las arrugas de las sábanas aún visibles en mi cara, resulta comprensible). La presentadora del programa de radio conversa con dos chicos que se han lanzado a una curiosa aventura comercial. Con su inventiva y un teclado/mesa de mezclas para acompañar a la solista (rollito Camela), ofrecen a sus clientes una canción personalizada para ocasiones muy especiales, léase bautizos, bodas, jubilaciones, etc.
Transcribo a continuación la letra de uno de sus hits:

Ana nació
en Sevilla,
allí su historia empezó.
Gran amazona,
a un poni sola subió.
Y qué gran batacazo
se metióooooooo...

Thursday, August 09, 2007

¡¡¡Surrrrrrealismmmmmo!!! (pronunciado a lo Dalí)

Un detalle en la edición digital de El País del jueves 9 de agosto:

Encontradas nuevas muestras de ADN en la habitación de la que desapareció la niña Madeleine McCaine: perros policía ingleses encargados de rastrear la posible pista. Entre los comentarios de consternación y simpatía hacia los padres, el de una tal Angelines: "Esto deja en muy mal lugar a los perros policía portugueses".
A la altura de los relojes blandos, pardiez.

Thursday, July 26, 2007

Luis María Ansón, director de "(El sueño de) La Razón"

En este departamento, una persona a la que le sobra el tiempo (y que no soy yo) se dedica a recopilar noticias que él o ella considera relevantes y a pegarlas en corchos o zonas de paso donde todos podamos leerlas. La última joya, "Carta de Zapatero a Fidel Castro", fechada el 10 de abril de 2007. El titular en que Ansón, como tantas otras veces y para no traicionar la línea editorial de El Mundo, prefiere obviar el cargo de Zapatero resulta tentador... Y el contenido no decepciona. Entre otras expresiones afortunadas, encontramos "Fidel Castro, centinela de la libertad, caudillo del Caribe por la gracia del destino histórico y comandantísimo de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la perla de las Antillas" (reminiscencias que provocan escalofríos en personas de ideología distinta a la imperante entre los redactores de El Mundo), " Sólo la falacia del ultraderechista Aznar pudo llevar a la decadente Europa a la posición fascista de tomar medidas contra el régimen de Vuestra Excelencia", "Aprovecho esta carta ... para implorarle que me conceda el alto honor de permitir que España se incorpore al eje Castro-Chávez-Evo, que tiene en permanente tembladera a los Estados Unidos..." (Luis María Ansón, Canela Fina, publicado en El Mundo el 10 de abril del 2007).
Primera posibilidad. Damos por buena la información que nos da sobre el origen del documento (un amigo de la Agencia Efe en La Habana le ha "filtrado" la carta). Y yo os pregunto: ¿merece figurar como miembro de la Real Academia Española un escritor al que se le escapa el concepto de sarcasmo? Dato, relevante o no (lo dejo a vuestra elección) sobre cultura inglesa: el uno de Abril se celebra el All Fool's day, en que, entre otras bromas y como ocurre aquí el día de los Santos Inocentes, se difunden noticias falsas como si fueran ciertas.
En descargo del señor Ansón, segunda posibilidad. Se trata de una curiosa obrita de ficción que ha salido de su pluma y con la que pretende mofarse del advenedizo Zapatero: su supuesto contacto en la Agencia Efe no sería otro que su Cide Hamete particular. Ansón se cuida mucho (¿demasiado?), sin embargo, de dar a su carta un aire de absoluta veracidad... ¿Con qué objetivo? ¿Presupone que las mismas personas que llevan tres años creyendo a pies juntillas que tras los atentados de Madrid se esconde un complot de ETA, el PSOE, la masonería y los rojos redivivos, van a captar la sutil ironía de sus elegantes líneas? Desengáñese, señor Ansón. Consulte Google y comprobará la cantidad de personas que esperan una pequeña señal, una mera insinuación, para salir a manifestarse con pancartas en que se lea "ZP NOS VENDE A LOS ROJOS. ESPAÑA COLONIA CUBANA".
Como un hidalgo en camisón remendado, escondido en una buhardilla mientras relee las aventuras de sus héroes e iluminado por el mismo sol que revela la existencia de partículas doradas en suspensión, la cabeza me da vueltas y ya no logro distinguir lo que es verdad y lo que no lo es.

- ¿ No te das cuenta de que el mundo se ha vuelto loco otra vez?
Y pensaba para sus adentros: (¿ o es que alguna vez ha sido cuerdo?).
Por eso es menester salvarlo del inminente derrumbe a que se haya expuesto.
- Pero, señor, los tiempos han cambiado. Ya nadie cree en el ideal caballeresco. Y si nuestras figuras y atuendos ya eran ridículos antaño, ¿ cómo no serán hogaño?
- Los tiempos cambian, sí, es verdad. Pero los hombres siguen siendo siempre iguales o, quizá, peores.
(Agostino, El despertar de Don Quijote).

Monday, July 23, 2007

Proverbio palestino

La vida es como un pepino:
hay días en que te lo comes,
y otros en que te lo meten por el culo.

Thursday, July 19, 2007

Vuelta a los orígenes, anécdota y dos razones más para no suscribirme a Cosmopolitan

Vuelta a los orígenes, id est, vuelta al negro (qué asco todo... Sí, otra vez). Anécdota: estación de autobuses de Léon; autobús a Valladolid; se sube una pareja de mediana edad y aspecto agradable. Único periódico de distribución nacional disponible, El Mundo. En portada, la fotografía de unos soldados españoles tomada no se sabe muy bien dónde. Comentario del hombre, que sin duda pretendía ganarse la simpatía del resto de pasajeros: "¡Fíjate!¡Negros soldado! Para que luego digan que en el ejército sólo se encuentran peruanos!". El trío (Dr. Mabuse copyright) intercambia miradas de incredulidad hasta que L. rompe el incómodo silencio con un audible "¡Señor, qué país!".
Primera razón por la que nunca me suscribiré a Cosmopolitan: "Truco infalible para que él -ese ente desdibujado con el que toda lectora de la susodicha revista sueña- caiga rendido a tus pies. Cuando estés hablando con él, fija la mirada en sus ojos, espera tres segundos, sonríe y muérdete el labio inferior". Que "él" te esté hablando del Índice Nasdaq o de cómo le afectó la muerte de su perro, mera anécdota.
Segunda razón: Testimonio de una chica que se sometió a una intervención de reducción de estómago. "Cuando adelgacé, la relación con mis amigas cambió. Parecía que hasta cierto punto les molestaba que yo ya no fuese "la gorda de su amiga" y que atrajese las miradas de sus pretendientes". ¿Qué gran lección se oculta tras estas palabras? Las mujeres, inmersas en una competición por conseguirlo a "él", somos incapaces de tener amigas. Si el hombre es un lobo para el hombre, la mujer, según Cosmopolitan, es una zorra para la mujer (y ahí queda eso).

Monday, July 02, 2007

So...

How do you like my bitchy face?

Wednesday, June 27, 2007

Las mujeres de verdad tienen curvas (y, de verdad, tienen pelos)

Aunque la publicidad se empeñe en lo contrario regalándonos la vista con mujeres de piernas perfectas y axilas perfectamente depiladas. El glamour cuesta, chicas, y es en el momento en que decidimos recurrir a la cera hirviente por vez primera cuando comenzamos a pagar.
Jueves pasado, tiempo desapacible. Me encierro en el cuarto de baño pertrechada con los siguientes adminículos: depiladora eléctrica con cabezal basculante, tiras de cera fría, toallitas con loción predepilación y aceite postdepilación, pinzas de depilar y crema decolorante. A depilar las siguientes zonas: axilas, piernas enteras, ingles, cejas. A decolorar: línea del abdomen (las chicas sabrán a qué me refiero).
Empiezo por las piernas, primero del tobillo a la rodilla. Empiezo trazando una recta con la depiladora eléctrica siguiendo el hueso (duele menos). El dolor aumenta si la deslizo (que no os engañe la suavidad que transmite el verbo... Tenéis que visualizarlo acompañado de un ruido semejante al que produciría un cortacésped en miniatura) sobre el músculo, que se contrae por más que el cerebro le haga llegar mensajes para que se relaje. Los poros irritados convierten la parte inferior de mis piernas en una constelación de estrellas rojas sobre un cielo lechoso. Soplo (ingenua de mí) para mitigar un poco la irritación.
Muslos. Bien. Soy literalmente incapaz de pasarme la eléctrica por los muslos, no sé por qué. Siento como si millones de agujitas se me clavaran en la piel, una sensación que apenas dura una décima de segundo, pero tan aguda que me tengo que morder el labio para reprimir las lágrimas. Así que recurro a mi segundo método favorito: las tiras de cera fría. Me aplico la loción predepilación (fresca y agradable... Pero mis piernas no son tontas y saben lo que les espera). En las instrucciones del paquete que las contiene (perversos instrumentos de autolesión), se lee "Tire en dirección contraria al crecimiento del pelo, con un movimiento rápido y decidido". La teoría la conozco. Separo las tiras (vienen pegadas de dos en dos), que se despegan con mala gana. Dejo una al borde del lavabo (al recoger el estropicio, siempre encuentro una de esas tiras pegada al lavabo: probad a limpiar cera fría. Si tuviera que dibujarles caritas con rotulador, tendría que dibujarlas riéndose de mí); la otra se adhiere con fuerza a mi piel. Y entonces lo que toca es tirar con decisión, no quedarte mirando con pavor mientras repites "Tengo que quitármela, tengo que quitármela... Ohdiosohdios...". Confesaré que el dolor nunca llega a los extremos con que me torturo antes de decidirme a tirar (con poca decisión, después de todo, y mucha, mucha rapidez). A medida que me acerco a las ingles me hago siempre la misma pregunta: ¿por qué no utilizo una crema exfoliante? Así me evitaría estos granitos provocados por pelos enquistados. Para los afortunados/as que no sepan de qué hablo, cuanto más te depilas, los pelitos nacen más y más débiles. Lo cual es bueno. Pero llega un momento en que el pelo no puede romper la piel (sobre todo si no la exfolias correctamente y se crea una capa de células... Fósiles, más que muertas), y sigue creciendo debajo de la misma, produciendo una inflamación que puede devenir en infección. Lo cual es malo. Entonces, si tengo suerte, basta con unas pinzas y un poco de maña. Si no la tengo me veo obligada a recurrir a cirugía menor (desinfecto una aguja, dejo el Betadine al alcance de la mano y me encomiendo a poderes superiores).
Ingles... Mis compañeras se acercan corriendo a la puerta, llaman con insistencia: "¿Estás bien?". Hay que disculparlas, no me oyen blasfemar a menudo. Tengo que repetir y no se trata de una perspectiva agradable teniendo en cuenta que la penúltima vez mi piel no quiso desprenderse de la tira. Sí, ocurre; no, no es agradable. No llega a sangrar, pero la zona se enrojece y escuece un par de días.
Inconvenientes de usar cera: tienes que tener cuidado y frotarte a conciencia con la toallita empapada en aceite postdepilación o si te pones los vaqueros a continuación tus piernas se habrán vuelto bicolores cuando te los quites. Por no hablar de los dedos pegajosos.
Axilas. Está comprobado que la ducentésimo nonagésimo nona vez pierdes la sensibilidad en la zona. Nada que reseñar, por tanto.
Cejas. Me ha costado tiempo y lágrimas aprender a tener en cuenta los puntos en que debes situar el nacimiento y fin de la ceja (entran en juego las comisuras de los labios), a diferenciar entre perfilar y despejar, a nunca, nunca, bajo ningún concepto, depilar los pelitos por encima de la ceja, a desechar la idea de dejarme una fina línea de pelitos... A quien piense que unas bonitas cejas dependen de un día inspirado con las pinzas... ¡¡Ja!!
Aunque decolorarse no entre dentro de la categoría depilación (corresponde más bien a camuflaje), no me resisto a mencionarlo. La cajita, con su crema decolorante, que tienes que mezclar con los polvitos aceleradores en la bandeja con la espátula... ¿No os recuerda a un minikit del Quimicefa?

Y, por último, la oscura verdad sobre la depilación...
No importa el tiempo que dediques ni lo cuidadosa que creas haber sido. Por lo que a los pelos respecta, estás en franca (escandalosa) minoría numérica (y siempre encontrarán un pliegue de piel en que esconderse).

Thursday, June 14, 2007

The Limping Pirate Song, by J. Sabina

I'm not a man

who cries easily,

always complaining about everything.

If life allows it,

I paw her,

if not, still I love what I do for a living,

and, since dreaming is free,

and I do not believe in reincarnation,

with a little bit of imagination,

I will depart right now

and live other lives,

try other names,

the skin and clothes

of all the men I will never be:

Al Capone in Chicago

a soldier in Melilla

a painter in Montparnasse

a mercenary in Damascus,

a Virgin-bearer in Sevilla,

a black man in New Orleans.

A dirty old man in Sodom

a deportee in Siberia

a sultan in his harem.

A policeman? No way!

the best toreador in the Fair

a young gipsy in Jerez.

A gambler in Monte Carlo

the cigarette in your mouth,

a taxi driver in New York.

The coolest guy in the block,

I do what I want,

an F- in Religion class.

The Queen's confessor,

a banderillero in Cádiz

a tavern keeper in Dublin.

A three-cushion billiard player

a rebel in Heaven

a cabaret owner.

The scratch in your back

the tenor in Rigoletto

the piano player in a brothel.

A bongo singer in La Habana

Casanova in Venice

an old man in Shangri-La.

A stowaway in your bed,

the lead singer in a band,

the best-time driver in Le Mans.

A crime reporter

A private eye in a tight spot

Preserved in alcohol.

The rapist in your dreams

the suicide in a viaduct

the Prince Charming in a soap opera.

A morphine addict in China

a deserter in India,

a sailor in Marseille,

a PlayBoy photographer.

But, if you let me choose

just one of these lives, then I choose

the limping pirate,

with a wooden leg,

a patch over his eye,

and a wicked face,

the old rogue, the captain

of a ship with a flag

showing two shinbones

and a skull.




Porque sí, por Sabina, porque me apetecía escribir una entrada sin segundas partes.

Wednesday, June 06, 2007

París: impresiones

Jueves a mediodía
Las pupilas contrayéndose por el cambio de luz (el día frente a las tinieblas iluminadas por los neones del metro). Lluvia, frío. Edificios decimonónicos, fachadas bien cuidadas, balcones de forja. La boca del metro modernista de la Rue Pigalle. Coches, bicicletas, mujeres empujando carritos de bebé (¿cómo se las arreglan sin la capota de plástico?, me pregunto). Tráfico poco denso. Una avenida con árboles que enseguida dejamos atrás. Restaurante Léon (ejem) a la izquierda, especialidad mejillones. Un supermercado, una tienda de música (decenas de Fenders en el escaparate). La lengua francesa nos rodea y nos sentimos náufragos, reconociendo apenas unas palabras aquí y allá. El Victor Masse. Recibidor pequeño, bien iluminado. Nos regalan tres planos de la ciudad. Las maletas abandonadas en una sala llena de otras maletas, trastos varios, folletos publicitarios sobre los sitios que no puedes dejar de visitar en París y unas bicicletas.

Wednesday, May 30, 2007

The singing bone (¿El hueso cantor?)

(Inciso: en cuanto vuelva de París me pondré a escribir un mix con mi y vuestros inconfesables, una canción que nos hermane en la vergüenza. Si alguien se anima, que escriba las primeras líneas)

Le he estado dando vueltas al tema: ¿por qué me atrae tanto el género de terror en sus variantes cinematográfica y literaria?. Leí en una ocasión por ahí (¿no os encanta la precisión de mis fuentes?) que a esa sensación entre lo agradable y lo desagradable la denominan "miedo controlado": el control que una misma ejerce sobre la situación que le provoca miedo desencadena el placer. Cambiad "miedo" por "dolor" y, qué curioso, obtendréis la definición de masoquismo (y no, no encuentro excitantes ni las correas, ni los látigos, ni el cuero negro*). Y aunque no logre dar con unas razones convincentes que expliquen mi afición, sí que recuerdo con qué relato experimenté por primera vez ese "miedo controlado". Se trata de un cuento recogido en una antología de los hermanos Grimm que se titulaba "La flauta de hueso" y que leí, calculo, con unos siete u ocho años. Lo encontré en Internet en inglés ("The Singing Bone"), en una versión (estoy convencida) mucho más próxima a la oral que los Grimm debieron de escuchar de los labios de pergamino de una anciana. Lo que vais a leer a continuación es el resultado de mis recuerdos y la traducción de este cuento (link al final).

Eráse que se era un reino asolado por un dragón que destrozaba las cosechas, mataba al ganado y convertía en guiñapos a los campesinos con sus garras. El desesperado Rey prometió una sustanciosa recompensa a quien le entregara la cabeza del dragón, pero se trataba de una bestia tan enorme y fiera que ni los más valerosos caballeros osaban acercarse a la cueva que habitaba.
Entre los caballeros del Rey se contaba Sir Henry, un hombre fanfarrón y vanidoso que tenía a su servicio al honrado Jack, un escudero sencillo y de buen corazón. A Sir Henry, lleno de deudas, le quedaba poco más que su caballo, su armadura y la fidelidad inquebrantable de Jack, así que decidió una mañana partir en busca del dragón. Jack ensilló el caballo de Sir Henry y su vieja mula y juntos se encaminaron hacia la cueva. Poco antes de llegar se encontraron con una anciana que descansaba a la vera del camino. "Sir Henry, tomad esta espada. Atacad con ella al dragón y clavádsela en el corazón. Sólo así conseguiréis terminar con él". Se trataba de una espada excelente, de modo que a pesar del desprecio que la figura encorvada de la anciana despertaba en él, Sir Henry la aceptó.
La entrada de la cueva despedía oleadas de calor acompañadas de un hedor insoportable. Sir Henry empalideció, pero agarró con decisión la espada y entró. La visión de la bestia, una serpiente alada de escamas negras enroscada sobre sí misma, coronada por una cabeza desproporcionada, lo llenó de pavor y sin pensárselo dos veces salió corriendo de la cueva. Mientras recuperaba el aliento, con la espalda apoyada sobre la fría piedra, el honrado Jack lo observaba compadecido. Lo ayudó a incorporarse y recogió su espada. "Quedaos aquí, Sir Henry. Yo lo intentaré". Antes de que pudiera pronunciar la palabra "Estúpido" la figura rechoncha de Jack se había difuminado en la negrura de la cueva. Sir Henry decidió esperar un tiempo, convencido de que pronto escucharía los chillidos desgarrados de su escudero. Los gritos, sin embargo, no resonaron en las paredes de la cueva, ni siquiera después de que los gruñidos de la bestia lo llenaran de pavor. Y cuando Sir Henry empezaba a pensar en recoger sus bártulos y encaminarse de vuelta al castillo, la entrada de la cueva le devolvió a su escudero, que salía arrastrando la enorme cabeza del dragón.
"¡Señor! ¡Señor! La anciana tenía razón, señor. El dragón vino hacia mí, y yo me quedé quieto. No podía moverme del miedo que sentía, pero me arrodillé y el dragón pasó por encima de mí, así que cuando vi que podía clavarle la espada en el corazón, la levanté. ¡Y acerté, señor! ¡Se la clavé en el corazón! ¡En el...! ... ¿Señor?..." Jack soltó la cabeza y se volvió hacia Sir Henry, que lo miraba con ojos pensativos y la lanza todavía entre las manos. Jack se tocó la herida, de la que manaba la sangre como de una fuente. Mientras Sir Henry cargaba la cabeza en la montura de su escudero, el honrado Jack murió. Sir Henry lo enterró al pie del viejo roble que custodiaba la entrada de la cueva y puso rumbo al castillo, donde lo esperaban su recompensa y honores sin cuento.

Fin.

¿Fin? No te lo creas. ¿Cómo iba a quedar el malvado Sir Henry sin castigo? ¿Y qué pasa con el héroe, Jack el honrado, convirtiéndose en mantillo bajo el roble? Recuerda que se trata de un cuento, y a la edad en que tus padres te cuentan cuentos todavía confían en que creas que el mundo se rige por las leyes del honor, la justicia y la bondad. Así que, querido mío o querida mía, confía tú también. Continúo a la vuelta.

Saturday, May 19, 2007

Lo(s) inconfesable(s)

Para endulzar la amargura de las últimas entradas, os doy la oportunidad de que el mundo (ejem... Está bien: nosotros) descubra, desde este virtual estrado, información que hasta este momento habéis guardado bajo siete llaves.

Acceder a la colección de música (en el soporte que sea) de alguien nos descubre detalles insospechados. Tu hermano, que te aturdía con su disco-trance, atesora un directo de Ismael Serrano; tu compañera de piso, que medita con Bach y rodeada de velas, tiene la discografía ochentera de Miguel Bosé (sí, me refiero a ESAS canciones). Ahí va mi desafío (asumidlo o no):

¿El trabajo -sea en CD, en MP3 o en vinilo (wow!)- de qué artista o grupo no reconoceríais poseer ni bajo tortura?

Y para compensar y dejarme boquiabierta con vuestra cultura musical, ¿de qué disco habéis disfrutado más últimamente?

Mi inconfesable: Shakira, Grandes éxitos. (Aquí debería figurar un emoticón rojo de la vergüenza). Justo antes del salto a los E.E.U.U. y el reconocimiento internacional (2002, calculo). ¿Por qué lo compré? Me había pasado el primer cuatrimestre de segundo de Filología susurrando la letanía "Locaciegafeaflacadesquiciada... Cuandotemiroynomedicesnada...". No había un destinatario, pero aun así me trae buenos recuerdos.
Ha sonado una y otra vez en mi habitación y en mi cabeza: Ella Fitzgerald y Louis Armstrong. De la colección Estrellas del Jazz de El País. Imprescindibles Let's call the whole thing off y Summertime (escalofríos).

Friday, May 18, 2007

Sobre la ficción II

Nota: imprescindible leer el comentario del Dr. a la entrada anterior (suspiro de alivio... Me temía que pensaráis que me había llevado el portátil a un recorrido turístico por los cerros de Úbeda). Dr., gracias por su correctísima aportación ;).

La Historia, por tanto, se desliza cual intrépido aficionado a los deportes de riesgo por los rápidos de la ficción. Ni siquiera, concluye Greenblatt emocionado, ni siquiera una enumeración simple de hechos en columna resultaría del todo objetiva, porque el historiador se vería obligado a seleccionar el orden de los hechos, lo que implicaría una indiscutible intromisión, el afán por encontrar (¿encontrar o imponer?) una secuencia lógica de dichos hechos.

Se te encoge el corazón al pensar qué habrá sido de Maddie, la niña de cuatro años que fue secuestrada en Portugal, o de Yéremi (grafía que apareció en los medios de comunicación), que desapareció hace un par de meses en Canarias. Se especula con que hayan caído en manos de una red de pederastia internacional. Apagas la televisión entre el horror y la náusea y decides salir a disfrutar del mes de mayo, que tanto se ha hecho esperar por aquí. Te cruzas en el portal con ese jubilado de sonrisa amable, siempre elegante y correcto, que hace una carantoña a los niños de los vecinos cada vez que coinciden en el ascensor. Viaja mucho y te ha traído un par de postales que comparten espacio en el frigorífico con tus recetas de repostera aficionada, postales de destinos turísticos que evocan pagodas y mercados abarrotados de gente.

Y si supieras a qué se dedica en esas ciudades en que los niños se ofrecen por menos de lo que aquí te cuesta una barra de pan, te destrozaría un poco por dentro (un poco, pero lo bastante). Por unas horas, unos días o unas semanas, haría añicos tu propia ficción, que tendrías que recomponer con cuidado. Porque, queridos niños, no es que no todos los días tengan por qué ser maravillosos, es que si fuésemos conscientes de la magnitud de lo monstruoso, y de lo cerca que está en realidad, no encontraríamos fuerzas para salir de la cama cada mañana. Necesitamos la ficción como necesitamos el oxígeno, aunque no seamos conscientes de ello.

Más optimismo en próximas entregas. Prometido. Y un abrazo -ficticio o no, en vuestras manos está- si lo necesitáis.

Tuesday, May 15, 2007

Sobre la ficción

Conste ante todo que no me agrada referirme a categorías. En este caso lo necesito porque a fuerza de repetirlo lo hemos asimilado: si yo hablo de una persona de letras y otra de ciencias, todos sabéis a qué me refiero. Se trata, entonces, de una mera cuestión de comodidad.

Os pregunto: ¿cuál de entre todas las carreras de letras se distingue por su nula concesión a la ficción? O, ¿en qué carrera se persigue el análisis de la narración de hechos sin que intervenga ninguna elaboración posterior? Como no pongo en duda vuestra inteligencia, sé que imágenes de libros llenos de textos áridos, salpicados de fechas y cuadros de reyes con mandíbulas prominentes y gesto de inmenso aburrimiento ante la perspectiva de horas posando para el pintor de la corte han inundado vuestro recuerdo. La Historia, tal vez la decana de las ciencias humanísticas - que los ortodoxos me perdonen la herejía-, se concibió como el ejercicio de conservación de la memoria de sucesos que configuraron, para bien o para mal, el devenir actual de este o aquel país. Al principio - ¿de qué?... Al principio de todo, cuando se reunían en torno al fuego y sacaban las flautas de hueso y los instrumentos de percusión (hablando de flautas de hueso, en otro momento os contaré un cuento que leí con siete u ocho años y que consiguió que a esa edad comenzaran a fascinarme los relatos y películas de vampiros y aparecidos), las mismas pinturas que identificaban al clan en todas las caras, los niños durmiendo en los regazos de sus madres, las amenazas de la noche conjuradas por medio de aquel elemento todavía extraño, que les proporcionaba calor y mejoraba la textura de sus alimentos, entonces se hacía el silencio y la voz de los ancianos ascendía con las ascuas hacia el cielo negro. Entonces historia y ficción conformaban una madeja inextricable. Los primeros habían venido de lejos, o habían venido del cielo, o del agua (¿acaso importaba?). El fuego lo había encendido por vez primera una mujer habilidosa, o una madre, o nuestra madre, o la madre, que entonces empezaban a tallar en pedazos de roca maleable, y de la que se acordaban antes de salir a cazar, o cuando moría un niño. Pasaron los siglos (única obligación que le hemos impuesto al tiempo, la ficción por excelencia, las medidas en que lo diseccionamos y tratamos de comprenderlo) e historia y ficción se separaron de mutuo acuerdo, quedándose una en el ámbito de las universidades y mudándose la otra a regiones menos áridas. Y llegamos así a finales del siglo XX. Empequeñecido por pilas de libros, ajeno a que un complejísimo proceso neuronal acaba de desencadenarse en su cerebro, un teórico y crítico literario levanta la vista para descansar unos instantes. Si pudiésemos echar un vistazo, ocultándonos entre los libros y en completo silencio para no interrumpir su concentración, veríamos que sus ojos se iluminan con un brillo extraño, y que toma bolígrafo y cuaderno para sacudir con lo que está a punto de anotar los cimientos de la historiografía tal y como entonces se concebía. La Historia, escribe Greenblatt, no está en relidad tan alejada de los presupuestos de la ficción. ¿Hasta qué punto la Historia, que se precia de su imparcialidad, no es sino el resultado de la elaboración narrativa de un hombre, con sus opiniones, sus odios y simpatías? ¿No es ficción (la mano de Greenblatt apenas sigue el ritmo de su pensamiento) interpretar el suceso X como el resultado de la causa Y, y no sólo eso, sino determinar con autoridad incuestionable que el suceso X empieza en esta fecha y acaba en esta otra? ¿Y quién o quiénes deciden qué sucesos merecen ser recordados?

(Hm... Dadme un voto de confianza y perdonad la digresión. Continúo mañana)

Wednesday, May 09, 2007

Diferencia entre idiota e idiota rozando lo inimaginable, por cortesía de Youtube

Esto es idiota:

"If you do not copy and paste this onto 10 videos your mom will die in 4 hours"

Y esto es idiota elevado a la enésima potencia:

"THIS IS THE STUPIDEST THING EVER!!! BUT I LOVE MY MOM AND DON'T WANT TO TAKE ANY CHANCES!
"If you do not copy and paste this onto 10 videos your mom will die in 4 hours" --sorry "

Thursday, May 03, 2007

La media ficticia

En un reportaje sobre adolescentes que dedicaban su tiempo libre a una ONG o algún otro proyecto solidario (sí, no sólo se dedican a organizar macrobotellones- a propósito, ¿sabéis qué me fastidia? Me juego un chupachups de frambuesa - ¡es imposible encontrarlos!- a que estos chicos a los que ahora se les llena la boca con palabras como "libertad" y "derechos" son los mismos que dentro de diez o quince años llamarán indignadísimos a la policía porque unos gamberros borrachos arman bulla a las puertas de su casa), leí el testimonio de una niña que con doce años había sufrido acoso escolar. "No podías destacar ni por arriba ni por abajo". No podías ser la más lista ni el más tonto, el más alto, el más bajo, la más gorda, ni el más flaco. Tenías que seguir un patrón que todos habíamos interiorizado, aunque no sabíamos muy bien quién o quiénes lo establecían. Necesitabas una personalidad muy fuerte para no quebrarte, para aceptarte como "raro" (¿friki?), con la esperanza de que una vez que terminase el instituto superarías todos tus traumas. Para desgracia de muchos, y como se ha encargado de enseñarnos Hollywood, el microcosmos controlado del instituto reproduce las relaciones sociales de la edad adulta. Te sientes más cómoda en tu piel, pero tu percepción de la realidad y tus perspectivas vitales se acomodan con dificultad a las de la media. Te gustaría encontrar una pareja y al mismo tiempo no tener que renunciar al espacio que has creado a tu medida y en el que te encuentras tan cómoda. Piensas en formar una familia y a la vez fantaseas con largarte con lo puesto unos años al extranjero.
¿Por qué, oh -introduzca la divinidad de su elección-, no me creaste "media", con un gusto moderado por los programas de cotilleo y el deseo único de un chalet unifamiliar en una urbanización asequible y un monovolumen a la puerta? (Dita sea).
Ah. Si os presentan a una dependienta (¿dependiente mujer?) que os cuenta como anécdota para romper el hielo que no hace mucho tuvo una clienta (¿cliente mujer?) que se tiró media hora en el probador antes de confesar que había metido la cabeza en el espacio de la cremallera de modo que los tirantes quedaban ambos a un lado de la cabeza, haciendo que la chica pareciese una versión femenina y con rizos del jorobado de Notre Dame, ya podéis suponer de quién os están hablando (qué lástima).

Thursday, April 19, 2007

Pepiño, dime algo con amor...

"Pepiño". La primera vez que lo escuché, el humorista había llegado a la conclusión de que un marcado acento gallego incrementaría de modo notable la gracia del chistecito. Extraños los detalles que recordamos.
Os remito al blog de Sun(a), (el link "Aventuras vitales [...]") para una breve introducción al mundo del tallaje en España. Viva la "interblogidad". En fin. Bienvenidos a un mundo en que los diseñadores y responsables máximos de la industria textil están convencidos de que existen mujeres S, M y L (con los añadidos XS y XL si están dotados de una sensibilidad excepcional). En este mundo perfecto yo, que mido un metro cincuenta centímetros (clavados), usaría una S o XS. En el mundo real, por desgracia o suerte, he heredado lo que yo denomino el tipo "C" de la rama materna de mi familia. Mi madre, por ejemplo. Poca altura, caderas anchas y una cintura estrecha en comparación (en incontables ocasiones me he probado un vaquero que hacía que mis muslos pareciesen jamoncitos al tiempo que podía meter los pulgares sin problemas y estirar unos cuantos centímetros a la altura de la cintura). De mis siete primas por parte de madre, tres hemos heredado dicha constitución, a la que la Malvada Bruja a la que olvidaron invitar a nuestros bautizos añadió las siguientes maldiciones (bitch!):
a M, una altura de un metro cuarenta y tres centímetros;
a R, tendencia a la barriguita cabrona (¿sabéis a qué me refiero? No llega a trauma, pero se ha ganado con justicia el apelativo de complejo);
a V, una talla 100 (gracias, abuelita paterna, por esos genes).
Ay. Como algunos sabéis, tengo una boda (pija) en junio. Esta tarde me estaba probando el segundo vestido(primero, negro, descartado; bien de cadera, bien -oh, cielos- de cintura, pecho... Mal, mal, absurda costura que quedaba justo a la mitad... Con él puesto parecía que tenía miedo de que echaran a volar, o cayeran hasta el ombligo). Segundo vestido prometedor, algo recargado pero nada que no pudieran solucionar unas tijeras (y una mamá modista). Bien. Oooh, falda elegante. Me gusta el detalle del tul. Bien, bien. ¿Por qué demonios no baja esto...? Si es de la misma talla que el primero... Esto es absurdo. ¿He podido engordar diez kilos en tres segundos? Umphf. Vale. Tal vez no debería haberme comido aquella caja de minidonuts. Uuumphf. Ohdiosohdios, ni sube, ni baja. ¿¡Qué demonios hago ahora!?
- ¿Cómo vas, cielo?
Vuelve a llamarme cielo y saldré como un banshee vestida (vestida por decir algo) de raso para sacarte los intestinos por las orejas.
- Eh... Bien, bien, todavía estoy en ello, gracias.
Uuumphf... ¿Y si lo rompo? (vistazo rápido al espejo para comprobar el precio). Vale, descartado. Plan B. Llamo a mi madre. Quiero salir de aquí...
(Tengo que dejarlo aquí. Más en próximas entregas)

Tuesday, April 17, 2007

Lógica retorcida

Llegabas un día a casa hecha un mar de lágrimas porque otro niño te había pegado un empujón, tirado al suelo y robado tu pelota, comba o canicas. Te abrazabas a tu madre y le llenabas el jersey a la altura del ombligo de lágrimas y babas, mientras con la voz entrecortada por los sollozos tratabas de explicarle la humillación y la magnitud de la pérdida de aquel juguete. Y entonces ella (o él... Aunque en esas ocasiones yo solía acudir a mi madre) te agarraba por los hombros y con el ceño fruncido te soltaba: "Tú tienes la culpa. ¿Quién te manda salir a jugar con ese a) mangarrián, b) cabestro?". Aplicación elemental de la lógica retorcida. Tu incredulidad y el surgimiento de la duda razonable -tal vez sí te lo tenías merecido, tal vez no eras la víctima inocente de un matón de colegio- solía cortar en seco tus lágrimas y te ibas a reflexionar frente al bocadillo sobre aquel extraño concepto del mundo adulto.
Un humorista argentino tiene un monólogo sobre el carácter de sus compatriotas. En él comenta que desde los años cincuenta existe una autopista en que cada año se produce un número altísimo de accidentes mortales: "¿Y qué hacemos?" increpa a su público. "La llamamos la ruta trágica, la ruta trágica... No es trágica, ¡¡es estrecha!!". En clave de humor está tratando de desmontar la lógica retorcida que, como hemos visto, se aplica en todos los niveles de razonamiento.
Un tercer ejemplo. Ayer murieron treinta y tres personas a manos de un tirador en el campus técnico de Backsburg, Universidad de Virginia. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha lamentado públicamente la tragedia; Bush declara sentirse "horrorizado". ¿Acaso estos dos no se preguntan cómo demonios el tirador, de cuya salud mental tenemos sobradas razones para dudar, tuvo acceso a un rifle? ¿O por qué se permite a alumnos de una universidad poseer armas de fuego? En "Bowling for Columbine", un vecino de los chicos que llevaron a cabo la matanza lloraba frente a la cámara mientras hablaba de un "lamentable accidente, dos adolescentes inestables que se volvieron locos"... Una tragedia "puntual e inexplicable".
Y otra vuelta de tuerca. Muchos terroristas suicidas provienen de madrasas radicales en donde se les instruye sobre el acto de amor supremo a Alá que supone inmolarse y llevarse por el camino a unos cuantos inocentes. Cualquier persona con dedo y medio de frente se da cuenta de la perversidad de este argumento (lógico). ¿Cualquier persona...?

It's no wonder, with that kind of intense training and discipling, that those young people are ready to kill themselves for the cause of Islam. I wanna see young people who are as committed to the cause of Jesus Christ as the young people are to the cause of Islam. I wanna see them as radically laying down their lives for the Gospel as they are over in Pakistan and Israel and Palestine and all those different places, you know, because we have... excuse me, but we have the truth!

(No sorprende que con esa clase de entrenamiento intensivo y máxima disciplina esos chicos estén dispuestos a morir por el Islam. Yo quiero ver a nuestros jóvenes tan comprometidos con el mensaje de Jesús como lo están estos chicos con el Islam. Quiero verlos dando su vida por el Evangelio con tanta voluntad como los que están en Pakistán, Israel, Palestina y todos esos sitios, sabe, porque nosotros tenemos.... ¡Discúlpeme, pero nosotros poseemos la verdad!).

La autora de estas palabras, la estadounidense Becky Fischer, abanderada de la lógica retorcida, (vaya, esta entrada va a parecer un alegato contra el imperio) dirige un campamento cristiano carismático (primera vez que lo escucho) en que se pretende formar al futuro ejército de Cristo. He visto algunas imágenes del documental sobre este campamento -Jesus Camp... Si alguien lo tiene o sabe cómo hacerse con él, se lo agradecería-, imágenes estremecedoras de niños en trance a los que se les inculca "el mensaje" y se les recuerda que no deben leer las novelas de Harry Potter porque, si Potter apareciese en la Biblia, sería en un pasaje sobre la quema de practicantes de magia negra. Aterrador.

Me entran ganas de releer Luces de Bohemia. Empiezo a sospechar que todos aquellos juegos de distorsión de la realidad no hacían sino ponerla en evidencia...
(Ah, y prometo sacar tiempo esta semana para contestar a vuestras entradas. ¡¡Gracias!!)

Friday, April 06, 2007

¿Has pensado en perderle el miedo al blanco?

¿A qué huele el verano?
¿A qué huelen las nubes?
¿A qué huelen las cosas...
que no huelen?
Curioso. La última pregunta recuerda a una de esas cuestiones irresolubles para alcanzar el estado mental previo a la meditación, del tipo: ¿Qué ruido provoca un árbol al caerse en un bosque si no hay nadie alrededor que lo escuche? Las líneas de arriba -os lo recuerdo pese a que confío en vuestra capacidad memorística (porque lo repitieron hasta dejarlo grabado a fuego en la región del cerebro encargada de los recuerdos)- las recitaba una voz en off femenina mientras en la pantalla se sucedían imágenes de cielos de verano, ropa blanca tendida al sol y mujeres jóvenes con vestidos de colores en prados de hierba jugosa.
Por mi parte, no entiendo esa manía de sublimar una (¿incómoda?) verdad fisiológica como la menstruación. En ninguno de los anuncios que he visto se menciona la palabra "sangre", que se sustituye por "líquido", "fluido" o la cacofónica "flujo"; otra opción eufemística consiste en dejarlo a la inteligencia de los espectadores, con el consabido "Absorbe más" y su variante "Con una capacidad de absorción..."; un popular recurso que trata de maquillar la realidad: el líquido se tiñe de azul. El rojo, con todo, llegaría a encarnarse en Menstru, protagonista de otra memorable saga de anuncios, una mujer desagradable, de mediana edad, traje dos piezas rojo y voz chillona que se presentaba de modo inesperado para arruinarle las vacaciones o el día en la playa a una jovencita guapísima. Ella solita consiguió que echáramos de menos los anuncios "¿A qué huele..?".
Pero, ¿pensábais acaso que con Menstru se había alcanzado el súmum de la estupidez y el remilgo exasperante en lo que a anuncios de compresas se refiere? Dadme un voto de confianza: se han superado. Han conseguido que Menstru, por comparación, parezca no feminista, sino una de las mártires sufragistas de comienzos del siglo XX.
Una sala blanca, el suelo cubierto de almohadones blancos y en el centro un toro mecánico cubierto de placas blancas al que se aproxima una chica de unos veinte años (para los publicistas, la menopausia de las mujeres españolas se ha adelantado a los treinta y dos años). La jaquetona (Dr. Mabuse dixit) , que viste unos ceñidísimos pantalones blancos, un top y una cazadora (monisisísima la nena, oiga), se sube con agilidad al engendro mecánico que responde como se espera de tales engendros mecánicos, esto es, agitándose de forma violenta. Plano de nalgas (único leonesismo que entró a formar parte del estándar), plano de pechos. El toro (mecánico) se rinde a la superioridad de la mujer, le ofrece sus placas como homenaje y se detiene ante la incredulidad de su jinete. Entonces aparece la pregunta en grandes letras al tiempo que la pronuncia una voz femenina... Y juvenil, cómo no: ¿Has pensado en perderle el miedo al blanco? Hum... Lo leo y pienso en una asociación de víctimas de los skinheads, qué lástima.
Pasé por todas las fases del shock: incredulidad, negación, ira... Terminé por aceptarlo, claro. Deprimente y todo, si consiguen su propósito (vender más), siendo su target nosotras ( las ingenuas que creíamos que todo esto estaba superado), con un anuncio como este, en que se remarca que la única preocupación que nos provoca la menstruación es que durante "esos días" hemos de desterrar el blanco de nuestro vestuario (¡qué desolador!), habrán demostrado que no andan tan desencaminados en lo que a su imagen de la mujer media española se refiere. De momento, congratulations! Ya se emite el primer anuncio de compresas que encantará a los amos de casa/taxistas eslovacos y a sus equivalentes españoles, los hombres que piensan que "Quién fuera pirata para enterrar mi tesoro entre tus piernas" supera en delicadeza a los versos de Pablo Neruda.
Para los otros chicos: estáis a salvo de la humillación hasta que a alguien le dé por anunciar remedios contra los problemas de erección y empiecen los anuncios de plátanos verdes y otros chuchurríos delante de un fondo de nubes y prados, con una música relajante y coros que entonen el "Sumsum... Sumsumsumsumsum... Uuuiii...".

Tuesday, March 27, 2007

Tuesday 13th revisited

YouTube, esa mina para nostálgicos. Políticamente incorrectos en ocasiones (no te das cuenta cuando tienes ocho años). Impagable el inglés de The Barbarian.

http://www.youtube.com/watch?v=aLbrPAvL1wM

Monday, March 26, 2007

Moda adolescente

Hoy, de camino a la universidad y mientras atravesaba una marea de alumnos de instituto que inundaba las aceras -atrás quedaba la rutina de las clases y por delante media hora larga de recreo y libertad- recordé un artículo sobre moda adolescente que había leído no hace mucho. En dicho artículo el ufano autor afirmaba que los chichos de entre catorce y dieciocho años, pese a lo que pudiera parecer, no han caído en las redes del marketing absurdo y la moda que pretende uniformarlos, sino que persiguen ante todo un estilo propio y personal. Reflexiono sobre ello mientras trato de caminar lo más cerca posible de la pared (las manchas blancas en mi abrigo me delatan) y, a ser posible, volverme invisible. Marrón, marrón, negro, blanco, marrón. Zapatillas de deporte calzan todos los pies. Piernas enfundadas en vaqueros. Más marrón y negro. Bajo una cazadora discreta, una chica se ha atrevido a ponerse una camiseta con un estampado en tonos rosa... Y marrón (me apuesto un Twix a que, con esa dulzura y empatía que caracteriza a la adolescencia, la tachan de pija). Retrocedo, ya perdida in my rich inner life (again), hasta mis quince años. Mi armario se reducía a unos cuantos pares de vaqueros, dos chándales (chandals) y unas pocas sudaderas. Y como adolescente atípica que me precio de haber sido, nunca perdía mucho tiempo en elegir "trapitos" (tampoco tenía tanto donde elegir). De todas formas, mi única preocupación estética por aquel entonces era pasar desapercibida, mezclarme con mis compañeros de clase, no destacar.
Recuerdo también los años en que el sumum máximo de la sofisticación era la colonia de mora de Ives Rocher (de la que las adolescentes de esta mañana abusaban).

Friday, March 23, 2007

La Apátrida Indecente

ADVERTENCIA: Esta entrada versará sobre la situación política de este país nuestro y la he concebido como un desahogo. Si no os apetece leer sobre el tema, pasadla por alto. Advertidos estáis (no se admiten devoluciones).

Bien. Dejad que os plantee una pregunta: ¿qué se puede hacer en León que no puede hacerse en Madrid, aparte de visitar la catedral, tomarte unas tapas por un precio irrisorio y levantarte cuarenta y cinco minutos antes para llegar a tu trabajo y que te sobren cinco para tomarte un café de la máquina?
En una concentración celebrada en Madrid y organizada por el Foro de Ermua y las Juventudes del PP, un periodista fue increpado por llevar bajo el brazo un ejemplar de El País. En eso pensaba esta mañana mientras entraba en el kiosko donde los viernes suelo comprarme ese mismo periódico. Con un gesto mecánico me lo metí en el bolso y salí a la calle. Tras caminar unos doscientos metros, decidí sacarlo y doblarlo de modo que se leyese con toda claridad la cabecera. Por supuesto, sólo me crucé con estudiantes que se dirigían hacia la universidad, con esa sonrisa tonta que les dibuja la cercanía del fin de semana y que me ignoraron a mí y a mi periódico.
Ayer por la noche estaba a las dos menos diez en la cama, calentita bajo las mantas, respirando con la barriga (según el Tai Chi, el ombligo es un centro de energía) y con mi vela blanca encendida para ver si conseguía relajarme y dormir. Fuera gritaban unos adolescentes (y no tan adolescentes) embrutecidos por el alcohol y las hormonas, así que decidí ponerme los cascos y escuchar ese programa de radio en que la gente comparte sus miserias y su angustia vital. Me vino bien, mis músculos se abandonaron a la laxitud y sentía aproximarse a Mr. Sandman cuando sonó la sintonía de las noticias. En una concentración del PP en... (ni lo recuerdo), unas señoras gritaban: "¡Zapateeeeero, vete con tu abueeeeelo!" (me llamó la atención la longitud de las "e"s); una mujer (gallega, por el acento), aseguraba: "Esto se ha acabado. No se puede permitir que esto siga".
Bien, bien. Creo que el PSOE se ha equivocado en varias ocasiones. Creo que si el partido en el poder mantiene diálogos con un grupo terrorista (sea este el PSOE o lo lidere el nunca bien ponderado señor Aznar, que tuvo el detalle de referirse a dicho grupo, no lo olvidemos, como "Movimiento de Liberación del Pueblo Vasco"), la ciudadanía debería tener conocimiento de la evolución de dicho diálogo. Ahora bien. Creo que la estrategia de tratar de explotar este hecho y lanzar consignar como "Zapatero negocia con ETA y quiere ceder Navarra a los asesinos" (¿habrá licenciados en Derecho entre las filas del PP? Porque, si los hubiera, sin duda no ignorarían el hecho de que Navarra se rige por un fuero sancionado por la Constitución, según el cual toda decisión que afecte al pueblo navarro ha de ser sometida a referéndum. En fin, ¿acaso importa, si con la, no voy a utilizar la palabra mentira, qué desconsiderado por mi parte, con la... Digamos "versión alternativa de los hechos" consiguen movilizar a la población?) tiene un nombre: demagogia.
Bien, bien, bien. Según Zaplana, y cito palabras textuales, "España no resistirá dos mandatos de Zapatero". Zaplana sabe lo que es mejor para los españoles. Los "españoles decentes" (Rajoy dixit) son los que acuden a las manifestaciones contra la política del PSOE y comulgan con la ideología del PP. Yo soy, aplicando las elementales leyes de la lógica, una apátrida indecente. Todavía no ha trascendido apenas nada del programa electoral para las elecciones del 2008. Sólo sabemos que Rajoy ha prometido enmendar los errores de esta legislatura (espero que de aquí al 2008 nos especifique qué errores, por si me afectan o no).
Bien, bien, bien, bien. Yo no voté al PP en las elecciones del 2000. No obstante, dado que comprendo el funcionamiento del sistema democrático, acepté la decisión de la mayoría y al señor Aznar como mi presidente. Desde que el día 15 de marzo del 2004 escuché en un programa de radio a una señora lamentando el resultado de las elecciones y solicitando a las autoridades la anulación del mismo, me di cuenta de que, en estos treinta años de democracia, no todo el mundo "lo ha pillado". En resumen, aunque prefiramos ignorarlo, existen sectores en la derecha española que razonan del siguiente modo: "Aceptaré el sistema democrático siempre que me aúpe al poder y me mantenga allí; en el momento en que la mayoría decida que no debo seguir en él, el sistema habrá dejado de funcionar, tacharé de ilegítima la victoria del partido que gane las elecciones, lanzaré insidiosas acusaciones en contra del mismo y, si está en mi mano, bloquearé toda proposición que provenga de los usurpadores". En estos sectores incluyo a las personas que han sacado a airear la apolillada bandera preconstitucional y a gritar "¡Viva España" con lágrimas en los ojos, mientras se sienten inundados por recuerdos imborrables de tiempos pasados (demostraciones que, qué curioso, todavía no han sido comentadas por ningún político del PP). Por suerte, en el PP militan también personas como Gallardón, inteligentes y progresistas; por desgracia, su moderada oposición a las líneas de actuación de su partido los suele convertir en parias.
Bien, bien, bien, bien, BIEN. Un obispo no debería opinar sobre política haciendo valer su cargo, y mucho menos presentar notas de prensa en comandita con otros obispos, sobre todo dada la historia reciente de este país. Puedo comprender que algunos jerarcas de la Iglesia echen con nostalgia la vista atrás. Me preocupa, sin embargo, que traten de meter baza en cuestiones como la experimentación con células madre o el matrimonio homosexual, que nos competen en tanto que ciudadanos del Estado español y no como celosos miembros de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

(Suspiro). Ahí queda eso. Acabo de adelgazar dos kilos de pura mala leche. Espero no haber herido vuestra sensibilidad. No hace falta que contestéis.

Wednesday, March 21, 2007

Spring is here

Cambio de imagen. El blog lo necesitaba, yo también y vuestra vista, seguro, lo agradecerá.

Friday, March 16, 2007

El carajillo

Para contrarrestar el exceso (melodramático) de la entrada anterior, aquí os dejo este enlace para que os distraigáis unos minutos. Que os sirva como el carajillo de después de las comidas (para eliminar los excesos de una comida copiosa y un postre dulzón):

www.botillos.com/

Se trata ni más ni menos que de una página de exaltación de este alimento singular. No cuesta imaginarse la cara de las buenas mujeres que lo idearon -con los trozos de carne pegados a los huesos, carne imposible de embutir, algo de tocino sobrante de la matanza y un estómago de cerdo, mirándose las unas a las otras con media sonrisa en los labios hasta que alguna soltó el providencial "¿Y si...?"- si alguien les hubiera dicho que siglos después se referirían al botillo como un afrodisico (sic.). ¿A quién pretenden engañar? Lo que te apetece después de degustar un botillo es arrastrarte como puedas hasta el sofá. Más que un monstruo de dos espaldas, te mueres de ganas de hacerte un gurruño indistinguible con la mantita que emita ronquidos a intervalos regulares para que los que te rodean sepan que la grasa no te ha colapsado las arterias. Impagable el uso de las comas ( "Los amantes, de este exquisito producto, siempre hemos encontrado dificultades, a la hora de..."). Digo yo que con tanto licenciado en paro bien podrían hacerse con los servicios de uno.

A piece of Spanish folklore (and other things)

"Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo" (M., you are the very best). Ella lo entiende y vosotros lo haréis algún día. Una anécdota tan humillante sólo puede contarse en persona y con el permiso de los implicados.

En mi vida, y seguro que os lo he contado en alguna ocasión, nunca me he distinguido por mis habilidades sociales. Gracias a dios/a/Isis(e), mi mundo interior asemeja un cálido ático decorado en tonalidades rojas, con luz suave y velas, lleno de los libros y CDs que han llenado mis mejores horas, mientras la lluvia golpea el tejado y los cristales impiden que el ruido de fuera inunde ese espacio. Ya me ocurría en el instituto, aunque en lugar de un anuncio de Ikea mi espacio recordase a una torre medieval abierta a una llanura inmensa con árboles centenarios muy en la línea de Narnia, y esa suerte de recurso para olvidarme del mundo "and those who hurt us with their lies" me libró de las ingratitudes de una adolescencia más bien solitaria. Ocurre que, cuando no me reconozco y necesito hacer las paces conmigo misma, necesito volver a encerrarme en ese ático en soledad. Y cuando ha pasado lo peor, cuando la tormenta amaina y las gotas de lluvia se deslizan sinuosas por el cristal en lugar de golpearlo, me doy cuenta de lo mucho que os echo de menos.
Aún no he encontrado el ático, pero tengo una habitación pequeña, blanca, con muebles negros y un armario bastante vulgar, con un póster inquietante de la pintora Rosa M. y una fotografía de gran formato en que aparecen jóvenes encaramados en árboles observando el infinito, un extraño tapiz que hace las veces de cabecero y una muñequita quitapenas que vigila mi sueño, postales de todos los que habéis estado fuera y os habéis acordado de mí, una vela blanca y un aparatoso soporte para el incienso que conservo por razones sentimentales. Ofrezco infusión de Rooibos de naranja, un oído dispuesto a escuchar y un ánimo no propenso a juzgar (si lo necesitáis, hacédmelo saber).
Pregunta: ¿puede un sueño provocar melancolía? Esta noche he soñado con una persona de la que no me acordaba desde hacía bastante tiempo. Paseábamos por un León irreconocible, de arquitectura fántastica. Y me sentía tan bien que al despertarme me han entrado ganas de llorar.

Thursday, March 08, 2007

Todos tenemos un pasado

Y yo formo parte de ese pasado. Quien consiga localizarme en menos de tres segundos en la fotografía de arriba recibirá un premio cuando nos encontremos en persona (¿os gustan los caramelitos de café?). Y atención a esas dos mujeres adultas irresponsables que nos dejaban acercarnos al fuego con esos chándals (chándales) de fibras sintéticas y colores imposibles. ¿Querrían que nos prendiésemos fuego a lo bonzo?

Tuesday, February 27, 2007

By the way...

Me vendría bien en este caso que compartiérais conmigo vuestra sabiduría y me contárais a qué remedios acudís en momentos de bajón. Yo he mencionado el alcohol ("Mal, mal, orina de Satánas" -Bridget Jones dixit) y el chocolate, lo que descarta el alcohol, el chocolate, y por extensión el helado de chocolate al brandy, ron, etc. ¿A qué perversiones recurrís?¿Escucháis el disco de recopilación de ABBA - y lloráis cuando suenan los acordes de "Chiquitita"? ¿Os ponéis el pijama -de franela- y azotáis a vuestros peluches con regaliz rojo...?

Explicación

Cuando nos vienen mal dadas, cuando la apatía gana la partida, cuando nos acecha el fantasma de la depresión, cuando la autoestima te abandona como el desodorante, cuando nos vence el estrés, hay gente que...
a) sale una noche, se emborracha, duerme hasta las tres de la tarde y se levanta como si nada hubiera ocurrido, dispuesta a seguir con su vida donde la había dejado;
b) queda con sus amigos, compra tres litros de helado de chocolate (con trocitos), reparte cucharas y les abre su alma, tal vez llora hasta que le escuece la cara por las lágrimas, pasa un par de días abatida y... Sigue con su vida.
Y luego estamos "los demás" :(
Mal hecho, lo sé, estáis ahí y os preocupáis un poquito por mí... Me siento mejor y procuraré informaros de mis progresos.

Friday, February 09, 2007

El Taxista... (¿Guay?)

DRAMATIS PERSONAE
Taxista
Cliente

En el escenario, dos asientos (sillas, cubos... Lo ideal serían dos asientos de coche). El taxista sostendrá un volante, y si se logra conseguir también una caja de cambios, que el taxista manejará con gestos casi involuntarios de tan repetidos, resultaría perfecto. El taxista espera (coloca el retrovisor, juguetea con el muñequito que de allí cuelga, descansa la mano en la palanca de cambios...). Llega la cliente, arrebujándose en su ropa de abrigo. Abre la puerta y se sienta a su lado.
C: ¡Qué frío!
T: ¿A dónde te llevo?
C: A la estación.
T: (Paciente) ¿De trenes o de autobuses?
C: (Sonríe disculpándose) De autobuses, perdona.
(Suena el intermitente. El coche arranca y se ponen en marcha. Pasan unos segundos. El taxista tose, se lleva la mano a la boca. Sigue tosiendo con grandes ademanes).
C: (Tratando de iniciar conversación, tono que desborda simpatía). Vaya gripe, ¿no?
T: Sí. Llevo ya unos meses así.
C: ¿Unos meses?
T: Sí, es una de estas gripes que... De aquí a la tumba.
C: (Un tanto sorprendida) Hombre... No será para tanto.
T: ¿Que no? Ayer, sin ir más lejos (señala un punto indefinido en el espacio), en esa calle de allí, un chaval... Ni veinte años tenía.
C: ¿La gripe?
T: ¿Qué gripe? Le dio un arrebús y se fue para el otro barrio. Los médicos no se lo explican.
C: Qué... qué lástima.
T: La vida, mujer, la vida. El padre de mi cuñado... (Lo interrumpe otro ataque de tos).
C: (Como si se esperase de ella una reacción, aunque la situación empieza a incomodarla. Evita mirar al taxista, se gira hacia la ventana, se sube el cuello del abrigo, etc.) ¿Sí?
T: El otro día, come, se arregla - como siempre, vamos-, baja a jugar a las cartas, empieza a encontrarse mal... Y allí se queda como un pajarito.
C: Ah. De repente, así...
T: ¿Cómo de repente? Una gripe que no se tenía. Pero ya sabes, era mayor, se cuidaba poco, no le dio importancia...
C: Vaya por dios.
(Silencio. Transcurre medio minuto en que el taxista sigue conduciendo, girando - momento en que ambos se inclinan ligeramente en la dirección que corresponda-, poniendo y quitando el intermitente, encendiendo y apagando la radio, buscando emisoras, etc. Pasado el medio minuto, el taxista mira con disimulo a su cliente).
T: (Aclarándose la garganta) Mi amigo Manolo el del pueblo.
C: (Mirando por la ventana. Interesada a su pesar) ¿Qué le ocurrió?
T: Le gustaba sacar a pasear al perro por el monte. Le chiflaba la naturaleza, se pasaba horas solo por allí arriba. Pero llega la hora de cenar y Manolo que no aparece. Que no aparece y que no aparece y su mujer llama al guardamontes, a la guardia civil... ( Se detienen entonces con cierta brusquedad) Hala, rica, hemos llegado. Son cinco euros. (La cliente busca en su cartera y saca el dinero, mientras el taxista continúa hablando). Lo encontraron a la madrugada. Lo había picado una abeja.
(La cliente abre la puerta, se baja del coche. Duda, mantiene la puerta abierta).
C: ¿Era alérgico?
T: (Sonríe como el orador que tiene siempre la última palabra). No. Lo picó en la garganta y murió de asfixia. Y ciérrame la puerta que este frío va a acabar conmigo.



Ahí lo tenéis. Me ocurrió el viernes pasado. La única licencia artística* que me he tomado ha sido la de hacer coincidir el fin de la conversación con el fin del viaje (en realidad nos quedamos en silencio los cuatro minutos más incómodos de mi vida).

*Vale. No era una abeja, en realidad me dijo avispa. Y vale, en realidad el padre de su cuñado y su amigo Manolo se referían a la misma persona y no recuerdo exactamente las circunstancias en que esa persona murió.

Wednesday, January 31, 2007

Cuando tenemos "uno de esos días"

Eufemismo donde los haya, desde luego, y todo por evitar la incómoda (?) expresión síndrome premenstrual. Apareció ayer en El País un artículo con el sugerente (?) titular "Cuando ella tiene uno de esos días" acerca de las últimas investigaciones sobre los procesos que desencadenaban el SPM o... SÍN-DRO-ME PRE-MENS-TRUAL (llamémoslo por su nombre). Han llegado a la conclusión de que durante la primera mitad del ciclo, las glándulas producen más estrógenos (las chicas nos volvemos más femeninas, nos entran unas ganas irrefrenables de cocinar galletas y tal), mientras que en la segunda mitad domina la progesterona (y entonces nos volvemos masculinas, y cogemos un machete para reducir las galletas a migajas... Y perdemos después en la espesura machete en mano). El artículo desarrolla otras cuestiones (consultadlo en http://www.elpais.com/articulo/sociedad/tiene/dias/elpepusoc/20070130elpepisoc_11/Tes).

Si yo suelto la lagrimilla con mucha más facilidad durante el SPM, ¿significa que la máxima es errónea y los chicos sí que lloran (y mucho, y por cuestiones insignificantes como "ese" anuncio)?

Si los resultados del estudio no andan muy desencaminados, ¿entonces los chicos os sentís así tooooodo el tiempo? (¡Qué pobres!)

Las hormonas nos controlan, el amor proviene de una reacción química y no somos más que el vehículo que nuestros genes emplean para reproducirse. Pensamiento deprimente. Me bajo por chocolate (será el SPM, o que mi cuerpo me lo exige para compensar el bajón emocional).

Wednesday, January 17, 2007

Sin palabras

En cinco minutos:
Lugar: mi habitación
Hora: las seis de la tarde (aprox.)
Vestuario: el pijama de franel... Digo, pantalón, camiseta y la bata por encima (hacía frío).
Actividad: leía un documento PDF en el portátil
Suceso: cruzo los brazos, extiendo las manos. De repente me noto un bultito.
Proceso mental: Me aseguro. Sí, es duro. No, no se mueve. Ohdiosohdiosohdios. ¿La cantante de Chambao no tuvo un cáncer de mama a los veintiocho años? Ganas inmensas de llorar. ¿Qué hago, llamo a mi madre, se lo oculto para que no sufra y me las arreglo para pedir hora a un oncólogo o ginecólogo? La angustia me cierra la boca del estómago, se me sube el corazón a la boca, me cuesta tragar saliva, etc.
Me armo de valor, me levanto y voy al baño.
Para descubrir que era una j*****a tachuela de la camiseta.
Gracias a lo que sea por estar viva y sana. Voy a quemar la camiseta en cuanto vuelva a casa.

Monday, January 15, 2007

Elephant, by Gus Van Sant

Mi guilty pleasure este sábado (dado que me he pasado el fin de semana encerrada, dándole los últimos toques a las 25 páginas de mi tesina - penoso). Estrenada en 2003, se trata de una dramatización (¿o ficcionalización?) de los sucesos de Columbine que Michael Moore se había encargado de analizar un año antes en su controvertido documental sobre la pasión -insana- que los ciudadanos de los EEUU sienten por las armas de fuego. Estilo europeo, minimalista, muy poético, ritmo lento pero en ningún momento pesado, movimientos de cámara sorprendentes y planos que se escapan de lo convencional; hay escenas que en el MUSAC pasarían por instalaciones de vídeo. Se eligió a los actores entre estudiantes de instituto (se presentaron al casting unos tres mil) y se mueven frente a la cámara con una naturalidad pasmosa, aunque más de uno no puede evitar mirarla con descaro. ¿Pegas? Fueron los propios actores los encargados de escribir los diálogos, lo que lleva a tener que soportar memeces del tipo: "Pasas demasiado tiempo con tu novio. Yo soy tu mejor amiga desde hace ¡¡Tres años!! (tía)" "Tengo que distribuir el tiempo. ¿O pretendes que pase el 95% contigo y el 5% con él? (o sea)" "No subiré a ese coche contigo, soy demasiado joven para morir (¿qué se puede decir? Brillante)" Y mi favorita: "¿Crees que todavía se pueden comprar banderas nazis?".
8/10

Thursday, January 11, 2007

Espesa

Como a L. le gustan las lentejas. Consulto el Simon&Schuster's que le birlo por horas a I. y encuentro la siguiente traducción de density: "estupidez o torpeza mental"; no especifican si se trata de una torpeza pasajera o permanente (y yo rezo por que la mía desaparezca en unos días). Aunque me llama la atención la coincidencia del significado de ambas expresiones, esa idea al parecer común al inglés y al español de que los pensamientos han de fluir veloces como una corriente de agua, prefiero los rasgos que distinguen a una lengua del conjunto. Por ejemplo, ¿qué sugiere la expresión: It makes me feel as if a goose were walking on my grave (Me hace sentir como si un ganso caminase sobre mi tumba)? Parece que queda en suspenso la concepción lineal del tiempo, ¿verdad?. A mí no se me ocurre ninguna equivalencia en español, a no ser "Estáis clavando otra punta en mi ataúd" o similares, y no pondría la mano en el fuego (puede tratarse de una traducción literal del inglés que ha encontrado acomodo en español). De hecho, ningún profesional traduciría "Me hace sentir como si un ganso...", sino "Me da escalofríos", ni "Estáis clavando otra punta..." si tiene el recurso castizo "Me matáis a disgustos".
Mmmm... Y esta ha sido mi pausa intelectual/lingüística de las doce y media.
Voy a añadir uno más a mi lista de propósitos razonables para el 2007: Dejar de escuchar las noticias por la mañana (se me va a quedar cara de político en la oposición).
Mi caballo bien, gracias, por si alguna/o se lo estaba preguntando. Lo he dejado atado a la chumbera.