Wednesday, October 04, 2006

Santa y beato

Acabo de acordarme. En Siena visitamos un edificio impresionante que se llama (creo) Santa María Della Scala, un antiguo hospicio fundado por un ciudadano que dedicó su vida a rescatar a niños abandonados, educarlos y darles un oficio con el que subsistir dignamente. Y la casa natal de Santa Catalina de Siena, una mujer anoréxica que se autoinfringía castigos corporales, levitaba, tenía visiones en que se desposaba con Cristo y se bebía el pus de las heridas de los enfermos. Paseábamos por el vestíbulo de Santa María Della Scala, decorado con frescos sobre la vida de su fundador y se me ocurrió hacerle a B. el siguiente comentario: "Es curioso.. Este buen hombre funda un hospital para evitar que bebés recién nacidos mueran de frío y hambre y les da un oficio, y lo nombran beato. La buena de Catalina bebe pus y pone los ojos en blanco y la santifican. ¿Qué te dice eso sobre la jerarquía católica?". B. se echó a reír. Para mi sorpresa.

3 comments:

Anonymous said...

Mmmm... yo creo que el pus tiene que tener unas virtudes alucinogenas tremendas, no?

V said...

Puf... En la casa de Santa Catalina también encontramos frescos sobre su vida. En el primero se la veía con unos diez años, flotando sobre las escaleras con los ojos en blanco y una larga melena rubia (que en el siguiente fresco se corta para evitar que la desposen), mientras su madre la contempla... Horrorizada, la verdad.

Anonymous said...

Por Santa Catalina qué repelús (repus?) de post!!