Tuesday, October 30, 2007

Por qué tiene sentido declararse feminista todavía

Anuncio de la línea "Todos Jugamos", Compañía de juegos electrónicos Ubisoft, para la campaña de Navidades 2007: la marca, "Imagina Ser"; el target, niñas de entre ocho y catorce años.
En una sala, varias niñas juegan con cachorros hasta que aparece otra vestida con bata blanca que les recuerda que no deben jugar con sus pacientes. La voz en off, femenina y jovencísima, anima a las chicas a comprarse los juegos "Imagina Ser", que les permitirán jugar a ser veterinaria, diseñadora de moda, cocinera... O mamá (los sujetos de la página web que he consultado juran y perjuran que las "profesiones" fueron escogidas mediante "exhaustivos estudios").
Cada vez que lo veo, y mientras reprimo las náuseas, me pregunto cuántos padres y madres regalarían a sus hijos varones un videojuego titulado "Imagina Ser Papá"; la última vez que lo emitieron traté de imaginar la reacción de un padre del tipo "No tengo nada en contra de los homosexuales... Pero es una enfermedad que debería ser erradicada" en el caso de que su niño de siete años se le abrazase a la pierna para suplicarle con sus enormes ojos marrones que por favor, por faaaavoooor, le regale para Reyes el videojuego "Imagina Ser Mamá".

Monday, October 29, 2007

Casandra

Me la imagino vestida de blanco, pálida y con ojeras de mil noches de insomnio, refugiada en el templo de Atenea mientras la luz dorada de la aurora arranca un brillo vítreo de los ojos muertos de sus compatriotas, meros cuerpos diseminados por la ciudad que acaba de caer. De los personajes femeninos de la Ilíada
(Casandra escucha ahora un ruido continuo y desagradable; tus músculos, o los míos, se habrían puesto en tensión y nuestra mente habría tratado de descubrir la fuente de dicho ruido: ella sabe que lo produce la espada de Áyax al rozar los muros fríos de piedra del templo de la diosa, del mismo modo que sabe, sin lugar a dudas, que él la encontrará y la convertirá en su prisionera),
Helena, la reina de la pasividad, siempre me resultó menos atractiva que Casandra, quien por atreverse a engañar a Apolo se había hecho merecedora de un castigo que sólo podría haber salido de la retorcida imaginación de un dios griego: nadie escucharía sus vaticinios siempre acertados.

Wednesday, October 24, 2007

Cosas que no has conseguido terminar nunca (¡Y eso te frustra!)

El cubo de Rubik.
Amor, curiosidad, Prozac y dudas, de Lucía Etxebarría (en este caso porque lo aborrecí desde lo más hondo desde la página cinco... No me supone un trauma).
Las dos horas de El Silencio de los Corderos (me duermo, no falla).
Las labores de punto o bordado (en el cole me las terminaba mi madre).
Cualquier puzzle de más de quinientas piezas.

Querido Santi:

Confío en que te tomes un descanso para leer esta carta ahora que gracias al libro del ex-presidente Aznar - y subrayemos lo de Ex, Santi, porque con los años te darás cuenta de que a determinadas personas les cuesta renunciar a lo que creen que les corresponde por derecho- te han sido concedidos tus quince minutos de fama.
Santi, voy a revelarte una verdad que sacudirá las raíces de tu identidad en el caso de que hayas dado por buena la tesis del señor Aznar según la cual la construcción de tu visión del mundo la determinan tus orígenes (curioso, si me permites la observación, que tus ideas sobre la realidad dependan de una cuestión tan accidental como el lugar en que naces). El concepto de nación no existe más que en la mente de quienes necesitan de dicho concepto para sentir que pertenecen a una comunidad. Pero, me rebatirás indignado, existe una red de estructuras y servicios, una lengua y un espacio geográfico comunes... ¡Una historia milenaria, por Dios! (historia, Santi, que el señor Aznar siempre ha planteado en términos reduccionistas como una continua oposición entre el bien y el mal). Benedict Anderson, siguiendo con lo mío, denomina a esta ficción "comunidad imaginada", porque si no existe una interacción directa ni cotidiana, expone, la única relación entre los miembros de una nación es el vínculo mental que establecen en su imaginación. El mismo Aznar lo reconoce de modo implícito al concluir que España es una "realidad sentimental". No te confundas, no abogo por la anarquía y el fin del Estado; únicamente te pido que recuerdes que ciertas concepciones de la "nación" no existen más allá de la pasión enfervorizada de sus defensores; y que antes que ciudadanos de nuestra ciudad y de nuestro país, somos ciudadanos del mundo (Sócrates, como ves, se planteaba estas cuestiones mucho antes de la invención de España).
Ahora quiero que exponer mi opinión respecto a aspectos puntuales de la obrita que el señor Aznar dedica a tu desarrollo como español de pro. En ella afirma que la izquierda está en crisis, que carece de referentes intelectuales, y que se alinea con el islamofascismo. Bien, Santi: si el referente intelectual que te ofrecen los democristianos ultraconservadores es el señor Aznar, capaz de utilizar sin empacho un neologismo mediante el que vincula el grueso de una religión con el movimiento político fascista (¿te imaginas cómo reaccionarían sus filas si tú te atrevieses a emplear la palabra "cristianofascismo"?), y que se precia de su amistad con George W. Bush (quien a la pregunta "¿Por qué invadir Irak?" respondió "Bueno, ellos quisieron matar a mi papá"), tal vez deberías replantearte tus opciones.
El pensamiento único anula el diálogo, proclama el ex-presidente desde sus recién publicadas páginas; lo políticamente correcto impide la libre expresión. Esto me lleva a preguntarme qué entiende el señor Aznar por políticamente correcto, y cómo conjuga su desprecio por ideologías, creencias y opciones que no coinciden con las suyas con la defensa del diálogo. Supongo que funciona así:
Nosotros. Esta es nuestra opinión y por tanto, lo correcto.
Los/otros. Bien, lo respeto, pero nosotros pensamos que...
Nosotros. No, no, no nos habéis entendido. Esta es nuestra opinión y, por tanto, lo correcto.
Los/otros. Bien, de acuerdo, nada que objetar. Pero, ¿no se os ha ocurrido que...?
Nosotros. Esta. Es. Nuestra. Opinión. Y. Por tanto. Lo Correcto.
(Luego los victimistas saldremos con que Aznar, los ultra democristianos y los neocons ignoran el concepto de diálogo y bla bla bla).
En fin, Santi: ten cuidado con aquello en lo que pretendan convertirte (desde las derechas o desde las izquierdas) y piensa siempre por ti mismo.
Atte.,
Una indecente.

Wednesday, October 17, 2007

What the f***??

El genetista James Watson afirma que los blancos son más inteligentes que los negros
El codescubridor de la estructura del ADN asegura que eso explica la ineficacia de las políticas occidentales hacia África

El hecho de que llegáramos los europeos y nos repartiésemos la tierra y a sus habitantes sin tener en cuenta fronteras lingüísticas, étnicas y religiosas, por no hablar de la política de intervencionismo subrepticio en sus gobiernos (¿por qué permitir que elijan democráticamente a sus líderes si podemos colocar a un dictador sanguinario y medio loco que, eso sí, nos deje seguir explotando sus recursos naturales a cambio de unos cuantos Mercedes?), meras minucias al lado de la evidencia científica. Shame on you, Dr. Watson, shame on you!

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hastaloseggs - 17-10-2007 - 13:16:28h
Voy a reiterar lo que ya de por si es bastante obvio, por si hay gente que no se quiere enterar, y lo digo sin racismo ni sexismo en mis palabras: la inmensa mayoria del progreso cientifico y tecnico de la humanidad desde el inicio de los tiempos ha sido realizado por personas "de genero masculino" y color de piel "no tan oscura como en el africa subsahariana"(europeos, chinos, egipcios, aztecas, arabes,...). Ahora vienen los grupos victimistas poniendo excusas: Que si los negros fueron oprimidos por los blancos, que si a las mujeres las educaban para cuidar a los hijos en casa, bla bla bla ...

Caray, nunca un estúpido me había tachado de victimista.

Tuesday, October 02, 2007

El trauma

(Una mesa y unas sillas. Tal vez un sillón y unas láminas que reproduzcan anuncios publicitarios de comienzos de siglo. Se ha de recrear el ambiente de una cafetería. Entran tres chicas, dejan las chaquetas en el respaldo, se sientan. Conversan animadamente. Un camarero o camarera entrará para tomarles el pedido. Sale el camarero).
A1. Empiezo el lunes con los entrenamientos de fútbol sala de los más pequeños.
A2. ¿No habías terminado con las prácticas en el instituto?
A1. Sí, terminé en junio. Los entrenamientos me los ha ofrecido un conocido que trabaja en el ayuntamiento.
A3. (Juega con un sobre de azúcar que los clientes anteriores no han llegado a utilizar). ¿Y? (Media sonrisa de quien no sabe qué reacción va a encontrarse) ¿Qué tal la experiencia docente?
A1. No puedo quejarme, la verdad. Los chicos se lo tomaban bastante en serio. Incluso las niñas más pijinas, ya sabes, chándal de marca y maquillaje, realizaban las pruebas físicas sin rechistar.
A2. Es increíble lo de algunas niñas. Con doce años se maquillan tanto que parece que tengan dieciocho. Se pintan la raya del ojo hasta la sien.
A1. Ah, mira, a mí eso... Mientras se sepan maquillar, quiero decir.
A2. Yo no empecé a maquillarme hasta... Deja que piense... ¿Diecisiete, dieciocho?
A3. Ya. Supongo que los institutos en que nosotras vamos a dar clase no tienen nada que ver con los institutos en los que estudiamos.
A2. No, nosotras con catorce o quince años éramos niñas, niñas.
(A1 se estira en la silla y cruza los brazos. Sonríe con malicia).
A1. Una alumna mía, de primero de bachillerato, se sacó una foto desnuda y se la envió a su novio a la oficina.
(A2 y A3 apoyan los codos sobre la mesa. El camarero llega con tres cafés. Mientras los sirve, A2 y A3 niegan con la cabeza, incrédulas. Sale el camarero).
A1. Que experimenten, ya ves, lo más normal del mundo. Pero el cabrón del novio sacó copias de la foto y las repartió entre sus compañeros.
A3. (Se quema con el café. Gesticula para llamar la atención de A1 y A2. Tras unos segundos, recupera la voz) Espera. Estamos hablando de una chica de dieciséis años. ¿No es ilegal?
A1. Ilegal o no, la cuestión es que las fotos no tardaron en llegar al instituto.
A2. (Consternada) Anda ya...
A1. Como te lo digo.
(A2 y A3 guardan silencio. Cada una da un par de sorbos a su café)
A2. Madre mía, pobrecita.
A3. Supongo que estará yendo al psicólogo.
A2. Y espero que la cambien de instituto.
A1. ¿Por qué?
A2. ¿Cómo que "por qué"? La habrán puesto de guarra para arriba.
A3. En el instituto, ya ves, cuando nos mostramos más insensibles, más crueles, a pesar de que las emociones están a flor de piel... Pobre chica.
A1. (Haciendo crujir los dedos) Sus compañeros la reconocían por el pasillo y la aplaudían. Ella, vestida esta vez, claro, posaba sonriente para sus fotos. Cuando le pregunté, me comentó que habían sido las dos mejores semanas de su vida.
(A2 y A3 se quedan unos segundos con las tazas en la mano, incapaces de llevárselas a los labios o de dejarlas sobre el plato. El ruido de fondo de la cafetería gana protagonismo gradualmente. Las chicas no pueden reprimir una triple sonrisa cómplice).