Saturday, December 09, 2006

Esto...

Ayer con la emoción (porque me encanta la crítica sobre los cuentos de hadas tradicionales y las versiones postmodernistas de los mismos, aunque no siempre esté de acuerdo con la visión de la crítica o crítico), olvidé un pequeño detalle (dijo el hada mala tras enumerar los dones que sus hermanas habían concedido a la Bella Durmiente): ¿qué cuento os marcó y por qué? ¿En la camita y con la luz apagada, os imaginábais un final alternativo? ¿Os inventaríais uno ahora?
Besos (maternales, los que os daban en la frente justo antes de arroparos).

9 comments:

larubiafriqui said...

Cuento favorito: Hansel y Gretel. Razón:cómo nos lo contaba mi abuela (la abuela buena, porque normalmente hay una buena y otra mala), cuando estábamos metidas en la cama. No, no me imaginaba otro final alternativo, sólo pensaba en lo maravilloso que sería vivir en un pueblo de dulces. Mmm, the land of chocolate...

V said...

Gracias, Heidi/Gretel, por contestar. Veo que mi iniciativa no ha tenido mucho éxito (¡y yo que encuentro el tema apasionante!). Leyendo tu entrada me he acordado de un libro en que los personajes encuentran una casita de chocolate que nunca terminan de consumir porque se regenera mágicamente. A las pocas horas de estar allí, ambos desean en secreto encontrar una puerta de queso, una alfombra de pan con tomate o una silla hecha de salchichones (el hombre, condenado a la insatisfacción eterna).

Anonymous said...

el hombre, condenado a la insatisfacción eterna voy a escribir esta frase con caracteres muy grandes y colgarla en mi habitacion

larubiafriqui said...

Jerida amiga, ¿cómo traduciría usted al español el verbo "tantalize"? A mí no me se ocurre nada en este momento. Cuando decía lo de "the land of chocolate" me refería al capítulo de los Simpson en el que Burns vende su central a los alemanes (Ve andestant, Homer, ve kam von de land of chocolate).

Mi hermana hizo un curso en la Uni de Hell-sinki sobre cross-gender en los cuentos, si te interesa y ella tiene información disponible en algún formato enviable electrónicamente, dímelo y se pregunto.

Anonymous said...

No he participado en esta entrada no porque no me parezca interesante, que lo es, porque de echo cuando hiciste el curso de doctorado todo lo que me contaste me pareció muy interesante, simplemente porque no tengo un cuento favorito, no hay ninguno que me traiga un especial recuerdo, ni nada por el estilo, así que ni mucho menos me he imaginado finales alternativos. Es posible que en alguna época hubiear alguno que me llamara más la atención y lo haya olvidado, pues no lo sé, porque igual que no tengo una canción favorita, un libro favorito, un estilo de música, una película, un escritor, un verano, una ciudad, hay diferentes cosas que me gustan más que otras pero nunca me quedaría con una sola.

V said...

Hum... Según el diccionario WordReference (en Internet), se traduce "atormentar". Por cuestiones etimológicas, ya que supongo que el verbo proviene del rey Tántalo, yo añadiría un matiz de justicia poética o ironía (Tántalo, condenado por haber asesinado a su hijo y servirlo en una cena a los dioses, es torturado para toda la eternidad en el Tártaro; sufre de hambre y sed y tiene a su alcance sabrosas frutas y agua fresca, pero cuando extiende la mano éstas se retiran). Ahí tienes la idea general. Mmmm... ¿Torturar?

Anonymous said...

Oye, y cómo se llamaba aquel al que los dioses condenaron a subir una piedra a una montaña eternamente? (porque se le caía al pobre una y otra vez...). ¿Qué fue lo que hizo?

sunayani said...

Ahora que no tengo que luchar con la conexión a internet como te expliqué ayer, pues ya puedo contar que de pequeña me marcaron dos cuentos: La sirenita y Las zapatillas de baile, y ninguno de ellos en sentido positivo: me daba miedo leerlos. La sirenita no se casaba con el príncipe y se convertía en espuma (¿conoces versiones / críticas / análisis postmodern o alguien sabe qué significa que se convirtiera en espuma?) y la niña de las zapatillas tenía que bailar para siempre. ¡De peque tenía pesadillas con este cuento! Yo bailaba y bailaba (mal supongo) y al final me cortaban los pies, zaca, con un hacha...
Supongo que sí les buscaba finales alternativos entonces, aunque ahora ya no me acuerdo...

Anonymous said...

Puessss... yo tenía dos libros recopilatorios que me leía y releía mucho, uno de los hermanos Grimm y otro de Andersen. Pero no recuerdo si pensara y repensara el final... lo que sí que hacía era imaginarme qué pasaría después. Ah, también tenía un cuento "variable" sobre un submarino, en plan aventuras y tal, y en el que si querías hacer tal fueras a la página 30 y si querías hacer cual fueses a la 58. Realmente era peque cuando leía aquello, aunque fuera más juvenil (en mis años de juventuz leía "El nombre de la rosa" y esas cosas tan de la edad...) Aquél libro me lo leí tropecientas veces hasta que dí con todas las opciones posibles jeje y entre mientras siempre pensaba "¿y qué pasara? seguro que este hace no sé qué y el otro no sé cuánto y al final no sé qué más..."

De todas formas de mi relación con los cuentos lo más curioso es que antes de aprender a leer había un cuento que me lo sabía de memoria, pero no sólo el cuento en sí, sino el texto de cada una de las páginas. Cuenta la leyenda que yo hacía como que leía y me ponía a recitar cada página del cuento moviendo los ojos como si leyera cada línea, y al final de cada página paraba, pasaba página y seguía... TODO DE MEMORIA!!! Y que la gente se quedaba asustá al verme claro "pero cómo?? que el niño ya sabe leer!!??"


PD: Ay! dónde se me quedaría la capacidad memotécnica...