Cada vez que pongo en duda la dimensión y el alcance real de sus acciones me siento como una perra. Literalmente. Y como una perra hipócrita, además, porque me permito criticar lo que considero que no funciona en el sistema, pero hasta ahora no he agarrado el saco de dormir ni me he plantado en la plaza del Ayuntamiento en Ponferrada para demostrar que esta situación ha rebasado el límite de mi (pequeño-burguesa) paciencia. Así que sí. ¿Valientes? Sí. ¿Movilización por fin? Sí, por favor, sí. ¿Debemos estarles agradecidos por hacer visible el descontento de cinco millones de parados, más los pensionistas que comen arroz y pasta todo el mes, más los funcionarios con el sueldo rebajado, más los propietarios de hipotecas a punto de perderlas (lo que no les eximirá de la deuda), más los trabajadores en el limbo de los ERES temporales, más los becarios que coleccionan másters y cobran doscientos euros? Sí, definitivamente sí, y quien no lo entienda carece de conciencia social.
Sí a todo. Sí, pero...
Las nuevas redes sociales, que han multiplicado por mil el poder de convocatoria de los grupos de protesta, constituyen un arma de doble filo. Les han dado alas por la inmediatez y la velocidad de propagación, pero les lastran por lo que implican: la carencia de una voz unívoca y una cabeza visible que ponga orden en el magnífico caos de las plazas, con esa mezcla de padres jóvenes y adultos desencantados, estudiantes, parados que ofrecen sus servicios y ancianos que se acercan a dejarles comida y demostrar su simpatía. En apariencia, la organización de los campamentos es impecable, con turnos de limpieza, talleres y guarderías. Supongo que con el fin de no dar excusas para el desalojo, se preocupan de mantener el orden en el día a día. Pero (y van dos), ¿dónde conduce todo esto? Más allá de haberse hecho por fin visibles (y, no lo olvidemos, dar ejemplo a jóvenes de toda Europa), ¿cuáles son sus planes a largo plazo? ¿Seguir en las plazas indefinidamente? Si no quieren perder el apoyo popular, ha llegado el momento de plantear alternativas: manifestaciones, plataformas, protestas organizadas... La creación de un partido político que encauce todo ese malestar y suponga una alternativa real para llevar a cabo los cambios que exige la ciudadanía. Que saboteen el sistema desde dentro, cargándose el bipartidismo que ha vuelto tan cómodos a nuestros políticos, pero que participen del juego democrático (¿qué han logrado con la llamada a la abstención?).
Desde que escribí lo anterior han pasado unos días. He leído en una carta al director del diario Público que el fenómeno de multiplicidad de propuestas al que me refería se denomina atomización; el autor de la carta compartía muchas de mis dudas y, es de suponer que, si se la publicaron, los editores del periódico consideraban que su interpretación de los hechos era acertada. Muchos acampados han abandonado la plaza por agotamiento o la falta de cohesión de los organizadores. Cada día se habla menos de Sol y de la Plaza Catalunya. Los de Ponferrada levantaron el campamento este lunes.
Y parece que, pese a todos los esfuerzos de los chicos del 15-M, cala entre la población española la noción de que un político que crea empleo (léase construcción salvaje), y que crea empleo a costa de lo que sea, pasándose por el forro las leyes de protección ambiental, las leyes sobre la seguridad de los edificios (a las imágenes de Lorca os remito), y toda ley que le impida imponer su voluntad destructivo-constructora, goza de una patente de corso que le permite aceptar sobornos por parte de promotores inmobiliarios sin temor a que la justicia pueda intervenir. Porque eso, señores, no es corrupción: es política. Y si no, pregúntenles a los italianos.
Recuerdo la cita de un estudiante que participó en las protestas de mayo del 68: "Levantamos los adoquines pensando que debajo estaba la playa, pero nos encontramos más adoquines". Pesimismo aparte, estoy segura de que la clave no está en dar con la playa, sino en levantar los adoquines.
2 years ago
7 comments:
Es muy fácil protestar sin presentar una alternativa, por desgracia la solución más coherente consiste en fundar un partido que a su vez cometerá se convertirá en un elemento contra el que se está luchando.
Conclusión: Falta una priorizacion de gasto, sobran un 90% de políticos y pequeños cortijos con delirios soberanos (autonomías), es necesaria y urgente otra transición.
Supongo que sí, Clip, que con el tiempo los políticos de este nuevo partido se acomodarían, pero, ¡qué golpe para el bipartidismo! Y antes de que se dejaran deslumbrar por la regalada vida del político español, por necesidad de mantener el tipo ante sus votantes se reformaría la ley electoral. Algo es algo. I would be happy just with that.
Suscribo al 100% lo que dices. Lo que encuentro más triste es que muchos de los que participaron no se dan cuenta de que sirvió solo para una cosa: quejarse.
Una frase de mi jefa viene como anillo al dedo para esto: Todos sabemos que hay problemas y cuáles son. No quiero quejas, quiero soluciones.
Gracias, Rubia. Es tan fácil caer en la queja por la queja (al ay del ay por el ay - Miguel Hernández)... Lamerte las heridas te alivia al principio, pero con el tiempo se convierte en un placer malsano. ¡A por las soluciones!
Soluciones:
1) Que cada voto valga "1" voto. Independientemente del partido y del votante.
2) Eliminación del sueldo de todos los políticos, o al menos, reducirlo a una cantidad simbólica, similar a la de un funcionario "normal". Por supuesto, eliminación de los sueldazos vitalicios.
2) Que la elección de los políticos sea directa por parte del ciudadano con una variada oferta (más tipo EEUU, por hacernos una idea), y no una elección viciada y endogámica de los propios partidos, que son los que gobiernan por encima del diudadano.
3) Cuentas perfectamente claras y auditadas por empresas no americanas. Que se sepa todo el flujo de dinero que pasa por las instituciones.
4) Que para hacerse político haya que hacer público el patrimonio personal y familiar de los familiares directos.
5) No permitir que los ayuntamientos gasten en un año una cantidad de dinero mayor a sus ingresos.
6) Hacer uso del referendum para las cuestiones """importantes""", tanto en grandes presupuestos de estado como sobre todo en granes obras en ayuntamientos (¿La gente en León estaba a favor del gasto en el tranvía? ¡NO! ¿O a favor de cambiar Fernandez Ladreda sin aportar ninguna solución alternativa, símplemente porque les salía de los c.? ¡¡¡Por supuesto que no!!! ¿En comprar con dinero público un club de futbolistas mataos que siempre han ido de estrelloides? Tampoco!!! El construirles un estadio a esos mataos que costó miles de millones porque al señor alcalde le gustaba el fútbol?? Tampoco!!!!!) Como dijo Churchill "no me quitéis el referéndum que me matáis la democracia"... ¿Cuántos referendums hemos tenido? ¿Montarle la guerra a otro país? ¿Construir una red de Ave a costa de todos para que sólo la disfruten unos pocos? (y quitando servicios, para que no se pueda usar otra cosa...) etc, etc, etc...
7) SENTIDO COMÚN, SENTIDO COMÚN, SENTIDO COMÚN.
Podríamos seguir hasta el infinito, porque será por soluciones...
8) Hacer un sistema educativo que busque realmente una buena formación, y no simplemente una estadística, porque de nada sirve tener un millón de chonis con título universitario...
9) Dejar de subvencionar lo insubvencionable (carbón, por ejemplo...) que no es más que pan para hoy (y para uno sólo!!! para el Vitorino Alonso!!!!) y hambre para mañana.... e invertir realmente en algo que pueda proporcionar riqueza no sólo económica, a largo plazo...
10) Tema energético, protección de entornos naturales, costas, salud... puffffff hay tantos y tantos temas a los que dar solución...
El único problema que le he visto al movimiento es toda esta gente intentando aprovecharlo para sus propias ideologías e intereses... que si tercera república... que si derechos de la minoría tal... que sí, que vale, pero que hay cosas más básicas que hay que mirar primero... que de nada me vale tener un presidente de la república mientras un grupo neonazi como ERC siga teniendo todo el poder que tiene en el país a base de 4 votos...
Venga, corto el rollo :$
Con todo esto (nuestra visión más realista/pesimista), ¿no os sentís como los hermanos mayores de todos esos chicos - unos hermanos que han vivido más y que por eso saben por qué cojean sus propuestas, aunque no por ello dejamos de enternecernos ante su ilusión (y admirarlos secretamente)?
Ert, sí, sí, sí: bajada fulminante del sueldo de los políticos (hay una diferencia significativa entre "vivir dignamente" y "enriquecerse vilmente" que la mayoría no entiende), y basta de endeudamiento. El sentido común como país lo debimos de perder allá por el 2003...
Eso, o que hasta 2003 se supo ocultar muy bien la falta del mismo...
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