2 years ago
Thursday, January 06, 2011
W. A. M.
Tosió y las gotas de sangre salpicaron la partitura. Molesto, iba a desechar el papel cuando descifró lo que parecía un enmarañado sinsentido. Cogió la pluma. Desde ese momento no le cupo duda de que el Requiem que componía era el suyo.
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